A prisión el dueño de Bailèn 22 por blanquear dinero de la prostitución

Las puertas del antiguo club de alterne Bailèn 22, reconvertido ahora en una discoteca de música árabe.

Las puertas del antiguo club de alterne Bailèn 22, reconvertido ahora en una discoteca de música árabe.

MAYKA NAVARRO / J. G. ALBALAT / BARCELONA

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En enero del 2000 los vecinos del tramo bajo de la calle de Bailèn asistieron estupefactos a la entrada de 50 váteres y bidets al local que iba a inaugurarse como un elegante café teatro, ubicado frente al domicilio del entonces alcalde de Barcelona, Joan Clos. En el 2007 el establecimiento fue cerrado tras siete años trabajando a destajo como el prostíbulo más elitista de la provincia de Barcelona. El empresario Juan Balcells, dueño y alma del club Bailèn 22, ingresó anoche en prisión acusado de un delito fiscal continuado, blanqueo de capitales e incitación a la prostitución.

En los últimos tiempos el empresario había hecho desaparecer su nombre de todas las sociedades que explotan sus negocios, poniendo a su mujer, Isabel Carrasco, como testaferro. Balcells fue detenido el sábado pasado junto con otras 24 personas en el transcurso de una investigación de los Mossos contra el blanqueo de capitales procedentes de la prostitución.

Durante la tarde de ayer la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Barcelona, Míriam de Rosa Palacio, tomó declaración a la primera tanda de detenidos. Balcells se negó a declarar. La misma estrategia escogió el empresario Carlos Caballero, Carlitos, otro de los detenidos, que anoche también ingresó en prisión. En los últimos años Caballero trabajó codo a codo con Balcells en la reconversión del club Bailèn 22 en la sala de fiestas Cabaret Berlín.

PLAYA CARIBEÑA / Balcells y Caballero son las piezas clave de una compleja instrucción en la que la magistrada y la División de Investigación Criminal de los Mossos tratan de desenmascarar una trama societaria que presuntamente blanqueaba en locales de ocio de Barcelona dinero procedente de la prostitución. En los últimos tiempos y con el antiguo Bailèn 22 de capa caída y reconvertido en una discoteca de música árabe los fines de semana, Balcells con la ayuda de Caballero abrió el Night Beach en la calle de València. Un establecimiento al que pantallas de plasma gigantes dan la apariencia de una playa caribeña y en el que más de 60 mujeres en biquini protagonizaban cada noche hasta que fue clausurado el pasado fin de semana espectáculos eróticos de alto voltaje.

«Sin el Riviera y el Saratoga, el Night Beach se había convertido en el mejor club de alterne de la ciudad. Solo en pagos con tarjeta facturaron en mayo millón y medio de euros», aseguró anoche a este diario un empresario del ocio de la ciudad.

70 EUROS AL TAXISTA / En varios pisos francos muy cercanos al Night Beach tenían lugar las relaciones sexuales contratadas en el club.

Tal era el éxito del Night Beach que Balcells, con Caballero siempre cerca, inauguró el club Fuego, también clausurado, en la calle de Còrsega. Ayer, la portavoz de la Asociación de Vecinos por un Eixample Sostenible, Charo Martínez, aseguró que la apertura de este local despertó tanto interés que los taxistas que trabajan con los clubs de alterne cobraban 70 euros por cada cliente que llevaban.

El Teatro Principal de la Rambla es el otro escenario de la investigación. Los Mossos lo registraron la madrugada del sábado y se llevaron documentación y ordenadores.

La abogada de Caballero negó anoche que el Teatro Principal tenga nada que ver con los negocios de Balcells y desmintió también que el proyecto de reactivación de este espacio emblemático de la ciudad se haya realizado con dinero de la prostitución. «El Teatro Principal no tiene nada que ver con la prostitución», insistió la letrada.

DOS MILLONES EN EFECTIVO / La defensa de Caballero aseguró que la única relación entre su cliente y Balcells radica en un préstamo que el segundo habría hecho al primero. «Caballero es solo una víctima», señaló. En cuanto al hecho de que los Mossos d'Esquadra registraran las dependencias del Teatro Principal, las mismas fuentes aseguraron que los agentes solo buscaban dinero en efectivo. «Y encontraron todas las cajas fuertes vacías», añadieron.

En cambio, donde sí había dinero era en casa de Juan Balcells, que también fue registrada. Fuentes que están al corriente de la investigación aseguraron que los Mossos localizaron en un falso techo de la vivienda del empresario dos millones de euros en efectivo.

La magistrada envió también a prisión a cuatro guardias urbanos, uno de ellos cabo, de las comisarías del Eixample y Sants Montjüic. Los cuatro, que se negaron a declarar, están acusados de cooperar con una organización criminal, revelación de secretos y soborno. Los investigadores sostienen que los agentes hicieron la vista gorda en las inspecciones que debían realizar en los dos locales precintados, el Night Beach y el Fuego.

La citada asociación de vecinos del Eixample ya denunció a uno de los guardias a sus superiores: «Les aseguramos que los dueños de estos locales le habían corrompido, pero no nos creyeron y nos dijeron que ponían la mano en el fuego por el guardia». De momento, se han quemado.