Prisa con Transformadors

Los vecinos del Fort Pienc lograron evitar en los años 70 el derribo del viejo edificio que había albergado los transformadores que servían para alimentar el tranvía. El local, en el 60 de la calle de Ausiàs Marc, a un paso del paseo de Sant Joan, se convirtió en los 80 en un centro juvenil de referencia en el mundo de los fanzines y del punk fanzinesy ahora lleva siete años abandonado, desde que tuvo que dejar el lugar el Consell de la Joventut de Barcelona (CJB) por unas reformas que se anunciaban como inminentes y que jamás se realizaron.

"El anterior gobierno [de Xavier Trias] insistía en que el edificio tenía aluminosis y que era imprescindible tirarlo y construirlo de nuevo, pero jamás nos enseñaron el informe técnico. Para empezar esta nueva etapa pedimos al nuevo equipo municipal que nos muestre los estudios. Ya salvamos el edificio en los 70 y pensamos que si no es inevitable tirarlo, podría recuperarse", explica Joaquim Mallén, presidente de la asociación de vecinos del Fort Pienc, entidad que pide a Ada Colau que sitúe la resurrección de Transformadors entre las prioridades para el Eixample.

Al margen del prolongado abandono y de su cuestionado estado estructural, la situación actual del inmueble no es precisamente sencilla. Este mes de julio, apenas dos días antes de la organización de unas jornadas de la plataforma Exigim Espais -formada por asociaciones juveniles del barrio que piden espacios autogestionados-, la finca fue ocupada por un grupo de personas que nada tenía que ver con los jóvenes del barrio, lo que cogió a estos, que llevaban largo tiempo trabajando en un proyecto para el lugar, fuera de juego y con el poco operativo agosto de por medio.

ElPartido Popular y Convergència i Unió pidieron enseguida a la alcaldesa Ada Colau el desalojo del edificioAda Colau , de propiedad municipal; petición a la que se sumaron algunos vecinos con miedo a que la ocupación eternizara aún más la rehabilitación del reivindicado espacio.

Fuentes municipales aseguran que mantienen conversaciones "con todas las partes para intentar encontrar un solución a la ocupación del edificio".

NUEVO PROYECTO

Desde la asociación de vecinos del barrio, además de reclamar el informe técnico sobre el estado real del edificio, piden al nuevo concejal del Eixample que se abra lo antes posible un proceso participativo para elaborar un proyecto con consenso vecinal para el espacio. "El anterior gobierno apostó por un espacio intergeneracional principalmente para personas mayores, y desde las entidades del barrio siempre hemos creído que ese espacio debía volver a ser para los jóvenes", apunta Mallén, en la línea de lo tantas veces expresado por la campaña Exigim Espais.

El municipio responde que su intención es trabajar "en los próximos meses" en un proyecto pactado con "todas las entidades", "revisando el plan funcional y el proyecto básico existentes".