Presunto caso de corrupción en el Barcelonès Nord

Un Albiol acorralado por la oposición sacrifica a otro cargo

Serra, Falcó y Sagués presentan la solicitud de pleno extraordinario, ayer.

Serra, Falcó y Sagués presentan la solicitud de pleno extraordinario, ayer.

CARLES COLS
BADALONA

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Badalona es ya políticamente impredecible. El pasado jueves, el alcalde Xavier García Albiol respaldó implícitamente a la coordinadora del barrio de La Salut, Julia Sánchez, a la que facturas en mano una empresa constructora acusa de haberse arreglado un grave problemas de goteras en casa con dinero público. Ella negó la acusación y él la creyó. Ayer, sin nuevas pruebas sobre la mesa, Sánchez puso su cargo a disposición del alcalde sin aceptar que ello supusiera un reconocimiento de culpabilidad, sino más bien un deseo de no ser un palo en las ruedas del equipo de gobierno, y él se la aceptó de inmediato. Tanta prisa se dio que el cese lo tuvo que firmar el alcalde en funciones, Ramon Riera, porque García Albiol estaba de viaje y no regresaba hasta la tarde. Tan impredecible es ya Badalona que es imposible pronosticar si la oposición presentará en breve, a medio plazo o nunca una moción de censura que ponga fin alalbiolato, pero de ello PSC, CiU, y EUiA debaten abiertamente en público. Ayer lo hicieron.

En la partida de ajedrez de Badalona, el alcalde ha sacrificado hasta ahora varias fichas. En octubre fulminó al coordinador de Sant Roc cuando supo que extorsionaba a un comerciante. Perdió allí un peón, pero también un alfil, porque el escándalo que se montó se llevó por delante al concejal David Gómez. A raíz de aquel episodio de corrupción la oposición ha descubierto que tres empresas reclaman un millón de euros por obras que el equipo de gobierno decía desconocer («las encargó Gómez por su cuenta sin decir nada a nadie», es la versión oficial de los hechos), pero paradójicamente han sido inauguradas en algunos casos por el propio alcalde.

Esos y otros escándalos son los que han llevado a la oposición a concluir que, como le dijo Tito Livio a Aníbal a las puertas de Roma, García Albiol «sabe vencer pero no aprovechar la victoria». Ganó en las urnas, pero el desgobierno es creciente porque va a los plenos municipales expuesto siempre a la derrota. Ayer, por ejemplo, el jefe de filas de CiU, Ferran Falcó, anticipó que ni piensa facilitarle al alcalde la aprobación del presupuesto del 2013, ni tampoco el del 2014, porque cuando le facilitó la validación de las cuentas del 2012 le engañó. «Podrá pagar las facturas de la luz, el agua, el gas y el sueldo de los funcionarios, pero el resto lo tendrá crudo», resumió

La cuestión es que ayer, cuando la destitución de la coordinadora aún no era oficial, tuvo lugar un realmente muy interesante debate a tres bandas entre los tres líderes de la oposición, Falcó, por parte de CiU, el exalcalde socialista Jordi Serra y el presidente del grupo de ICV-EUiA, Carles Sagués, Fueron los tres juntos a las dependencias municipales a entrar una solicitud formal de celebración de un pleno extraordinario sobre el alud de facturas inesperadas que el Ayuntamiento de Badalona debe y no quiere pagar. Ese pleno será agitado, pero la descomposición del albiolismo parece tan acelerada en opinión de muchos que Falcó, Serra y Sagués fueron sometidos casi a un tercer grado sobre si habrá o no moción de censura en Badalona. El pleno extraordinario pasó a un segundo plano.

Hoy por hoy, no hay acuerdo sobre esa drástica medida.

El futuro de la ciudad está literalmente en manos de CiU, pues PSC e ICV-EUiA consideran llegada ya la hora de echar a García Albiol de la alcaldía. Iniciativa siempre lo ha estado. Serra, en cambio, acaba de abrazar la fe de la moción de censura hace muy poco. Coincide con Falcó en el diagnóstico de la situación («esto es la Marbella catalana», dijo el dirigente socialista), pero ambos discrepan en el remedio a adoptar.

El dirigente de CiU reconoció que «dificilmente el PP acabará el mandato en el gobierno municipal», pero se preguntó con muy reflexionados argumentos si es prudente «convertir en un mártir a un populista como García Albiol». La moción de censura, según Falcó, es desaconsejable si en los barrios en los que el líder del PP cimentó su victoria electoral no cuaja el desencanto. Es ese sentido, es todo un detalle que ayer en el barrio de Sant Roc la comunidad gitana, se supone que fiel a García Albiol, organizara una protesta por la inseguridad en la zona después de que un matrimonio de esa etnia fuera asaltado en su hogar la madrugada del viernes. La comisaría portátil que allí instaló el Ayuntamiento de Badalona no ha resultado ser la mano de santo prometida.

Falcó, en cualquier caso, es partidario de no cometer imprudentes actos de precipitación, y recordó además que, en cualquier caso, una decisión de tanta enjundia, por tratarse de la tercera ciudad de Catalunya, deberá ser avalada primero por la dirección nacional de CiU.

MARTIROLOGIO POPULAR / Serra es el anverso de ese planteamiento. «¿Tenemos que tener miedo de convertir en un mártir a un mal gestor?», le preguntó en tono amable a Falcó. Ya puestos propuso un reto y se preguntó en público qué sucederá si García Albiol completa los cuatro años de mandato. «No se quema él, se quema la ciudad», avisó como si de una profecía cataclísmica se tratara.

El debate entre Falcó y Serra fue, en este sentido, interesante. El exalcalde socialista trató incluso de convencer a Falcó de que de nuevo en la oposición García Albiol intentará ser tal vez tan fiero como antes pero habrá perdido credibilidad después de todo lo que ha sucedido en los últimos meses. El dirigente de CiU balanceó la cabeza aún poco convencido, pero reconoció que la moción de censura es una opción.