FENÓMENO ESTIVAL en expansión

La ruta de las terrazas de hotel estrena panorámicas

Nuevos enclaves, y con la posibilidad de fumar, amplían la oferta de Barcelona

Biergarten estival del Hotel Princesa Sofía.

Biergarten estival del Hotel Princesa Sofía.

PATRICIA CASTÁN / MARINA MUÑOZ
BARCELONA

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Convertidas en los grandes oasis estivales de Barcelona y en el mejor descubrimiento de ocio de los últimos años, la temporada de terrazas de hotel se abre oficialmente esta semana en la mayoría de espacios con el lema de más y mejor todavía. Casi 40 establecimientos explotarán todas las posibilidades de estos espacios - algunos en lo más alto, otras en íntimos interiores- abiertos tanto a sus huéspedes como a la ciudadanía en general para disfrutar de su asueto y hasta de encuentros de negocios. Al repertorio consagrado en los últimos años se suman los espectaculares entornos de nuevos fichajes hoteleros, como el Ohla, el Diagonal Zero y el Bagués.

Un argumento que dará más alas que nunca a esta pujante moda estival será la ley antitabaco, que limita al aire libre las posibilidades de los fumadores. En el caso de las terrazas de hotel, la mayoría de las cuales agregan música y actuaciones en vivo, supondrá -en muchos casos- la única vía de ocio con pitillos.

Los recién llegados compiten en escenografía. Desde el Ohla, de cinco estrellas, en la Via Laietana, su terrazachill-out-un solario-piscina de día y escenario vespertino de cócteles- asomada a Montjuïc y el Tibidabo, ya está abierta al público general a diario de 18.00 a 1.00. Sus sofás blancos y ambiente tranquilo apuntan a puestas de sol de postal.

El Bagués, del grupo Derby -impulsor de las terrazas de hotel desde el lujoso Claris- muestra la mejor panorámica de la Rambla y el Raval, aunque de momento solo está abierta a sus clientes, mientras que el Diagonal Zero exhibe la nueva Barcelona del Fòrum, con una altura de impresión (planta 17) desde su terraza-piscina, aunque por ahora solo abre al público otro privilegiado espacio ajardinado en el cóctel bar. Sugieren un enclave que aúne «relax, tomar algo y comer bien en un ambiente moderno y agradable», según apuntan. Una zona se destina a restaurante y el resto a cómodos sofás donde coinciden desde parejas hasta ejecutivos.

VARIEDAD / Entre las sorpresas en hoteles de menos categorías destaca el B-Hotel (tres estrellas), un mirador a la plaza de Espanya, donde se puede tomar un trago o un B-Drunch, un aperitivo con pica-pica y copa de vino o cava por 12 euros.

Los clásicos del estío ya se saltan los límites de la temporada. La del Claris abre todos los días y desde el mes pasado programa jazz o bossanova los jueves, viernes y sábados. En el Condes de Barcelona, el público de más de 25 años frecuenta lo alto de su edificio abocado al paseo de Gràcia, con opción de cena de tapas firmada por Martín Berasategui.

El grupo Husa juega con varios ases: una terraza con copas, cenas (barbacoas a partir de Sant Joan) y música en La Florida; cócteles antes o después de la cena en la terraza de su restaurante (a partir del día 1, de 20.00 a 23.00) y la misma propuesta en el Garden del Juan Carlos I, junto a la piscina, también en un ambiente tranquilo y muy relajado. En el Princesa Sofía se desmarcan con la terraza alemana Biergarten (de 13.00 a 00.00), con gastronomía representativa (desde salchichas a codillo) y el obligado repertorio de cervezas, Erdinger Weissbier incluida.

El que ya ha celebrado incluso la fiesta de presentación es el Arts, cuya terraza Arola, más allá de la innovadora cocina del popular chef, incorpora como disc-jockey a su hermano Natxo Arola, los jueves musicales en directo (de 23.00 a 1.00), copas y una coqueta zonaloungeencarada al mar y al pez de Franck Ghery. Otra que ya está en marcha es la del Barceló Raval, con mirador de 360 grados y música hasta la 1.00 todos los días.

INAUGURACIÓN / Y el que debuta hoy mismo es uno de los establecimientos de moda, el W (Vela), cuya terraza marinera, Wet, por la mañana será solo para huéspedes, pero desde las 19.00 se abrirá al público adicto a los ambientes másfashion, con sesiones temáticas, música y barbacoas. El día 1 abre otro peso pesado, la del Majestic, con un ambiente tranquilo y elegante y la triple oferta de tragos, cenas y música en directo. Mientras que sin tener que tomar el ascensor destacan otras opciones con encanto como el jardin Mimosa del Mandarin Oriental, un edén vegetal en un interior del Eixample, donde conjugan gastronomía y ocio.

Los empresarios consultados coinciden en que el tirón de las terrazas (la semana de actos celebrada en abril sedujo a 10.000 usuarios) va a más, con un público fiel que incluso las frecuenta en sus zonas de trabajo o residencia y para convocatorias y celebraciones privadas. Lo difícil este verano será elegir.