La defensa de Can Vies pide la absolución por falta de "pruebas objetivas"

Apoyo a los enjuciados por los alborotos de Can Vies, en la puerta de la Ciutat de la Justícia.

Apoyo a los enjuciados por los alborotos de Can Vies, en la puerta de la Ciutat de la Justícia. / periodico

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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La Ciutat de la Justícia ha acogido esta mañana los tres primeros juicios por los disturbios que siguieron al desalojo de Can Vies, la semana del 26 de mayo del año pasado. La primera vista se ha suspendido por no comparecer el acusado, Juan José García, que se enfrentaba a seis años de cárcel. El juez ha decretaro la orden de búsqueda y captura. Los abogados defensores de las otras dos vistas han intentado echar por tierra el testimonio de los Mossos d'Esquadra, sobre los que se cimentan las acusaciones de la fiscalía.

En uno de los dos casos, el abogado defensor ha avanzado que si su cliente resulte absuelto, presentará una querella por falso testimonio contra los tres agentes que han dado su versión en el juicio. Una vecina de la calle de Begur, de Sants, ha contradecido su relato, según el cual, el acusado, Arturo Liesa, se habría resistido a su arresto la noche del 28 de mayo asestando diversos golpes a uno de los mossos. Según esta mujer, que no conoce de nada al joven, el chico habría patinado, y una vez en el suelo, fue rodeado por la autoridad, una versión que ratifica el propio Liesa. El fiscal ha retirado la acusación de desorden público porque no está probado que participara en los disturbios, pero mantiene la de resistencia a la autoridad.

En el otro caso, los mossos aseguran que el detenido, Quim Nolla, lanzó una botella contra un cordón de la Guardia Urbana. El vidrio impactó contra el escudo de un agente y se rompió en el suelo. Dos mossos de paisano siguieron al supuesto autor del lanzamiento y le detuvieron unas calles más allá. La defensa ha contrapuesto su testimonio con la "nula presentación de pruebas objetivas". El joven, de 19 años, ha explicado que había cenado en casa de unas amigas, que así lo han corroborado, y que se dirigía a su piso cuando fue detenido sin mediar palabra ni acción punitiva que lo justificara.Las dos defensas, pues han cimentado su alegato en el hecho de que el simple testimonio de los Mossos d'Esquadra no basta para que un juez apoye las elevadas peticiones de cárcel de la fiscalía.

Entre hoy y mañana se espera que pasen ante el juez 11 de los 84 detenidos que, según la defensa, fueron arrestados de manera arbitraria por los Mossos d'Esquadra durante las cargas policiales en las noches posteriores a ese lunes en el que se procedió a echar a los jóvenes que aún residían en el centro social de Sants, ocupado en 1997.

Se les imputan los delitos de desórdenes públicos y resistencia y atentado contra la autoridad, con peticiones de penas de entre dos años y nueve meses y seis años y 10 meses. En la entrada de los juzgados se han reunido amigos y familiares de los jóvenes, entre ellos, miembros de la Xarxa Antirepressió de Familiars de Detinguts, asociación de reciente creación formada por madres de jóvenes arrestados durante las movilizaciones posteriores al desalojo ordenado por un juez tras la petición de Transportes Metropolitanos de Barcelona, empresa propietaria de los locales que desde hacía 17 años, se habían convertido en símbolo del movimiento okupa de Barcelona.

Estos juicios no serán los primeros por los mismos hechos. Las dos personas que llegaron a entrar en la cárcel Sergi --el joven casteller de Barcelona que pasó 22 días en prisión preventiva-- e Iván --que pasó dos meses-- ya han sido absueltos.