Las familias que alegan pobreza se triplican en la preinscripción escolar de este año

El número de familias que alegan estar cobrando la renta mínima de inserción en el momento de inscribir a sus hijos en el colegio se ha triplicado este año respecto al 2016, según los datos provisionales recogidos por el Consorci d'Educació de Barcelona, el organismo que gestiona la escolarización en la capital catalana. Con un total de 12.773 solicitudes para ingresar en P-3, el consorcio constata que el número de alumnos pertenecientes a familias sin recursos ha pasado del 0,8% registrado en la preinscripción del 2016-2017 a un 2,7%, lo que supone un incremento del 237,5%. El hecho de ser receptor de la renta mínima otorga 10 puntos adicionales a la hora de solicitar plaza escolar.

También aumentan -en este caso el incremento es de casi el doble respecto al año pasado- las peticiones de familias con niños que sufren alguna enfermedad digestiva crónica, un criterio que dejará de computar en el baremo el próximo curso 2018-2019, según anunció hace ya unos meses la Conselleria d'Ensenyament. En concreto, este año un 3,4% de los solicitantes acreditan padecer alguna intolerancia o enfermedad alimentaria frente al 1,8%  de la preinscripción del año pasado.

Fuentes del consorcio, que insisten en que estas cifras no son todavía definitivas, atribuyen ambos aumentos a las campañas informativas que se llevaron a cabo este invierno en distintos distritos de la ciudad, a fin de que las familias que iban a participar en la preinscripción conocieran cómo funciona el proceso y a qué requisitos podían acogerse.

EQUILIBRIO ENTRE PÚBLICA Y CONCERTADA

El consorcio, que está participado por la Conselleria d'Ensenyament y el Ayuntamiento de Barcelona, confirma asimismo que se consolida la tendencia al equilibrio, iniciada hace ya unos años, en las preferencias de las familias entre la oferta pública y la concertada. Por la primera, han apostado el 49,7% de las familias demandantes de una plaza de P-3 (el año pasado fueron el 48,6%), mientras que la segunda ha recogido un 50,3% de las solicitudes.

Este aumento se explica, en buena medida, por la apuesta que muchas de estas escuelas están haciendo por la innovación pedagógica, por la que cada vez se inclinan más padres. El fenómeno tampoco es nuevo, pero este año se consolida en Barcelona. Buena parte de las escuelas que tienen lista de espera en la ciudad son escuelas que trabajan según nuevas metodologías docentes.

El objetivo del propio consorcio es, según prevé el programa Xarxes per al Canvi del que es promotor, que dentro de tres años todos los centros educativos barceloneses apliquen, en mayor o menor medida, métodos de aprendizaje renovadores, de ahí que las seis nuevas escuelas que habrá el curso próximo en la capital catalana opten todas ellas por la innovación.

Entre los estudiantes que pasan de primaria a la ESO, los datos de la preinscripción revelan que la pública también gana prestigio: el aumento de demanda es de un 5,79%. Un 84% de los alumnos que van a empezar la secundaria optan por permanecer en un centro de las mismas características que el que han tenido durante la primaria.

SORTEO ESTE JUEVES

Aunque en líneas generales ha aumentado el número de familias que solicitan más de una opción para escolarizar a sus hijos, sigue habiendo un número reducido de progenitores (139 en toda la ciudad) que solo han incluido una opción en su petición, pese a no disponer de puntuación adicional por tener hermanos en el centro y con el riesgo de que ese colegio tenga una demanda superior a la oferta. El sorteo para adjudicar las plazas vacantes en los centros donde hay sobredemanda se realizará este jueves. 

El plazo para formalizar la matrícula de los nuevos alumnos en escuelas e institutos será del 12 al 16 de junio.