ESCAPADAS SIN MALETAS

10 planes para evadirse en Semana Santa sin salir de Barcelona

Itinerarios culturales y entretenidos para descubrir la ciudad durante las vacaciones de primavera

El Turó de la Rovira ofrece una excelente vista panorámica de Barcelona.

El Turó de la Rovira ofrece una excelente vista panorámica de Barcelona. / RICARD FADRIQUE

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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Aquí tenemos 10 sugerencias y propuestas de itinerarios alternativos para disfrutar de estas vacaciones de Semana Santa sin salir de Barcelona. Es la oportunidad de conocer la ciudad con ojos de viajero, aprovechando el tiempo libre en días de primavera. Descubrir las murallas medievales de les Drassanes en un paseo nocturno, observar la vegetación de los jardines de Mossèn Costa i Llobera de Montjuïc, revivir las callejuelas y los parajes del Carmel literario de Juan Marsé, recorrer los emblemáticos edificios de arquitectos japoneses, emprender la ruta de pastelerías para admirar las monas de chocolate y contemplar las fachadas de las mansiones, fábricas y palacios de Josep Puig i Cadafalch son algunas de las ideas para explorar rincones singulares de Barcelona.

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1- LA CIUDAD DE MARSÉ

Juan Marsé acaba de publicar el libro de relatos 'Colección particular' con vistas a la carrera de ventas de Santa Jordi. Podemos releer 'Últimas tardes con Teresa' (1966) y después pasear por las empinadas cuestas del barrio del Carmel, donde vive el protagonista, Manolo, el Pijoaparte, un emigrante murciano que fantasea con ascender rápido en una telaraña social que lo acaba atrapando. En la novela aparecen zonas emblemáticas del barrio, como el Parque Güell, o la cercana tasca Las Delicias, en la calle Mühlberg, antigua bodega de tapas que solo estará abierta hasta el jueves, día 13, al mediodía.

Cerca se encuentran jardines de Juan Ponce en la carretera del Carmel, concurridos por los ciclistas. Y también el suelo donde entre los años 50 y 60 se alzaron las barracas donde vivía Manolo, que acogieron a miles de familias andaluzas. En este trayecto destaca el ascenso hacia el Turó de la Rovira, gran mirador de la ciudad, un espacio patrimonial donde se conservan los restos de una batería antiaérea construida durante la guerra civil para intentar defender Barcelona de los ataques de la aviación fascista. En esta montaña, el Museu d'Història de la Ciutat (Muhba) dedica un espacio museístico a los vestigios de las chabolas. Así, cerca de los cañones se exhiben sin maleza los restos de suelos de cerámica, baldosas y escaleras que han sobrevivido al paso del tiempo.

2.- EN TIERRA DE CACTUS

La estructura paisajística de Montjuïc, debida en gran parte al diseño del arquitecto Jean-Claude Forestier, convirtió la montaña en un gran parque botánico. Un recorrido para apreciar su riqueza empieza en los jardines Mossèn Costa i Llobera, conocidos por su gran variedad de cactus y palmeras, y luego prosigue en los jardines contiguos de Joan Brossa y Mossèn Cinto Verdaguer, donde en los días festivos numerosas familias se arremolinan buscando un remanso de paz. Muy cerca está también el jardín Joan Maragall, un pequeño Versalles que solo abre los festivos, y los de Laribal, un singular espacio estructurado en calles y plazuelas con una vegetación muy diversa. Finalmente, la ruta concluye en el joven Jardín Botánico de Barcelona, inaugurado en 1991 en los terrenos de un antiguo poblado barraquista, y puede prolongarse con una visita al pequeño Jardín de Aclimatación, al lado del Estadi Olímpic, con especies sumamente raras en Barcelona, y al Jardín Botánico Histórico, al lado del MNAC, que cuenta con los mayores árboles de toda la ciudad. - A. MADRIDEJOS

3.- LA MURALLA AZUL

El sábado 15 de abril, la muralla de las Drassanes se ilumina de azul, desde las 21.00 a 24.00 horas, en la avenida del Paral.lel. El área de Ecologia, Urbanismo y Mobilidad del Ayuntamiento de Barcelona quiere con esta acción poner en valor el patrimonio arquitectónico de la Muralla del Baluard y del Portal de Santa Madrona, la única fortificación medieval de la ciudad que se ha conservado hasta nuestros días.

Después ascender Rambla arriba y girar por la calle Ferran hasta llegar al ayuntamiento, también una institución de orígen medieval que cuenta con una fachada gótica en la calle Ciutat. Muy cerca, la Catedral se alza entre otras construcciones góticas, como la de Santa Maria del Pi y la magnífica Santa Maria del Mar, en el barrio de la Ribera. En esa zona del Born merecen una visita los palacios de la calle Montcada, que hoy albergan museos, como el Picasso y el de Les Cultures del Món, y galerías de arte. Desde allí se debe visitar La Llotja, un edificio que esconde en su interior uno de los tesoros del gótico civil más desconocidos de Barcelona. 

4.- APARADORES DE CHOCOLATE

La ruta más dulce es especialmente interesante durante las vacaciones de Semana Santa, cuando los aparadores de la ciudad se llenan de monas de chocolate. El itinerario más cómodo para ir andando comienza en la calle Calvet donde se encuentra la pastelería Canal y sus casitas de chocolate que parecen salidas de un cuento de hadas. Después, bajar hacia la plaza Francesc Macià, girar por la Diagonal dirección paseo de Gràcia y, antes de cruzarlo, parar ante los escaparates de La Farga. La tercera parada se sitúa en Rambla de Catalunya, a la altura de Provença, ante las vidrieras de Mauri, fundada en 1929. Allí se puede degustar un café, al igual que en la siguiente visita en la calle Aragó, al lado de Enrique Granados. La Pastisseria, del maestro pastelero Josep Maria Rodriguez Guerola, proclamado campeón del mundo en el 2011, se llena estos días de colores con recreaciones de chocolates de loros azules, robots amarillos y conejitos rosas. En distintos extremos de la ciudad vale la pena escaparse al Born a conocer el Museu de Xocolata en la calle Comerç, 36, que estos días se llena de niños en busca de sus famosos huevos de pascua, y en la otra punta, en pleno Sarrià, merece una visita la tradicional pastelería Foix, en la plaza de Sarrià. Fue inaugurada en 1886 por los padres del poeta Josep Vicenç Foix.

5.- ARQUITECTOS JAPONESES

Para empezar un día dedicado a la cultura japonesa se deben trazar recorridos por las obras edificadas en Barcelona por célebres arquitectos japoneses. El idilio empezó con Arata Isozaki (Oita, 1931) cuando en los años preolímpicos proyectó el Palau Sant Jordi, uno de los símbolos de Montjuïc. Después, en la falda de la montaña, se encuentra el patio que da acceso a la entrada principal de CaixaFòrum, situada en planta sótano y con carácter público, que él construyó en el 2002.

Toyo Ito (Tokyo, 1941) se inspiró en Gaudí y en el agua para crear la Fira de Barcelona, emplazada en la entrada de la ciudad desde el aeropuerto, donde destaca la torre hotel rojiza de la plaza de Europa de L'Hospitalet diseñada por él como un icono para contemplar desde la autovía. Del mismo arquitecto se encuentra en el paseo de Gràcia, frente a la Pedrera, Suites Avenue, un edificio vanguardista con una vistosa fachada de aluminio.

6.- LAS TIENDAS DE GRÀCIA

Las pequeñas tiendas que dan sentido al comercio de proximidad son el gran patrimonio de Gràcia, un barrio bullicioso, alegre, cosmopolita y bohemio. Las callecitas y sus plazas se llenan de vida especialmente los sábados, cuando personas de otras zonas y también turistas recorren enclaves como en las calles AstúriesGran de GràciaSant DomènecVerdi y la plaza Joanic para descubrir espacios singulares. En esta plaza se halla la encantadora bodega Verema i Collita (en la fotografía), que viene a ser un club social que gira alrededor del mundo enológico. Otros espacios curiosos son Llegums Graneria Sala (Travessera de Gràcia, 137) y Ego Galego (esquina Mozart con Goya), colmado dedicado a la venta de empanadas, quesos, vinos y conservas gallegas. La plaza de la Vila de Gràcia, con su campanario que fue construido a finales del siglo XIX, es el centro neurálgico del barrio con sus diversas tiendas, talleres artesanos y bares con terraza. 

7- DE PICASSO A MIRÓ

Joan Miró (Barcelona, 1893-Palma de Mallorca, 1983) dejó escrito en 1971 que su donación para la capital catalana sería por tierra, mar y cielo: "Un mural en el aeropuerto para dar la bienvenida a la gente que llegue desde el aire, un monumento (que fue la escultura 'Dona i ocell') para recibir a quien venga por carretera, un mosaico en la Rambla (en la foto), para las personas que entren por el mar, y la Fundació Joan Miró, en Montjuïc, como puerta abierta a un futuro de intercambio cultural". Y así fue. Todo ello forma parte del legado de Miró a Barcelona, que ha puesto su nombre a una calle de la Vila Olímpica y, en el antiguo parque del Escorxador, a un polideportivo y a una biblioteca.

Pablo Picasso tiene museo propio en la calle Montcada, que solo cerrará el lunes de Pascua. Delante de la plaza Nova se puede admirar la única pieza del artista que se encuentra en un espacio público de Barcelona. Se trata de tres frisos que el escultor y fotógrafo noruego Carl Nesjar realizó en la fachada del Col.legi d'Arquitectes, basándose en dibujos del autor del 'Guernica'.

8.- EL AÑO DE PUIG I CADAFALCH

Con motivo de los 150 años del nacimiento de Josep Puig i Cadafalch, (Mataró, 1867-Barcelona, 1956), la Generalitat promueve L'Any Puig i Cadafalch que cuenta con un intenso programa de congresos, exposiciones, seminarios y jornadas dedicadas al arquitecto modernista que fue presidente de la Mancomunitat de Catalunya de 1917 al 1925. Barcelona es una de la ciudades con más edificios construidos por él.

La ruta comienza por la Casa Macaya, emblemático edificio construido entre 1898 y 1901, en el número 108 del paseo de Sant Joan, de fachada blanca con esgrafiados en ocre, ventanales neogóticos de forja con coloridos cristales y aberturas escultóricas. Desde ahí, bajar por el paseo hasta la Diagonal, 420, donde se alza la Casa de les Punxes, que en sus emblemáticas torres esconde un minimuseo dedicado al arquitecto. Cruzando la avenida, se encuentra el Palau del Baró de Quadras, que actualmente alberga la sede del Institut Ramon Llull. Siguiendo por Diagonal se gira en Rambla de Catalunya y en la esquina con Còrcega destaca el Palau Serra, actual sede de la Diputació de Barcelona. Cerca, en el paseo de Gràcia, entre Aragó y Consell de Cent, justo al lado de la Casa Batlló, Puig i Cadafalch edificó la Casa Amatller. Se puede visitar su lujoso primer piso. Desde allí, un paseo hasta Ciutat Vella para conocer el café-restaurante Els Quatre Gats, que ocupa los bajos de la Casa Martí en la calle Montsió. En 1899, con 17 años, Picasso comenzó a frecuentar este local, que acogió su primera exposición. 

Montjuïc merece otro recorrido para observar las cuatro columnas situadas en la Avenida Maria Cristina construidas en 1919, derribadas en 1928 y reconstruidas en 2011, y la Fábrica Casaramona, construida a principios del siglo XX, antes de la exposición Universal de 1929, que urbanizó la montaña. Hoy es la sede de Caixafòrum.

9.- ITINERARIO HISTÓRICO-POLÍTICO POR EL AYER DE LA RIBERA Y LA BARCELONETA

La web Memòria BCN propone una caminata por la Ribera y por la Barceloneta, donde se encuentran uno de los centros de detención más temidos de la dictadura franquista, hasta llegar al barrio marinero, muy afectado por los bombardeos aéreos durante la guerra civil. La ruta se inicia en el Palau de la Música, donde el 19 de mayo del 1960, durante la celebración del centenario del nacimiento del poeta Joan Maragall, al que asistieron cuatro ministros de Franco, el público se puso a cantar 'El Cant de la Senyera', himno catalán prohibido por el régimen franquista, estallando así los incidentes de 'Els Fets del Palau'. Cruzando la Via Laiena se ubica la Prefectura Superior de Policía. Allí se interrogaron y torturaron muchos opositores a la dictadura. Más abajo, en el número 32, se encuentra Foment Nacional del Treball, organitzación patronal catalana cuyo edificio fue de 1936 a 1939 sede de la CNT. 

La siguiente parada es la Estació de França, que fue el punto de llegada de miles de inmigrantes en las décades de 1940, 1950 y 1960. El itinerario prosigue en dirección a la Escola Nàutica de Barcelona, donde en 1936 se instaló el Comitè Central de Milícies Antifeixistes. Ya cerca del mar se visita la desaparecida calle de Miquel Pedrola, dirigente del POUM que murió en el frente de batalla, que se encontraba en la actual Sant Miquel. Hay que buscar una pintada reivindicativa. Y también el Mercat de la Barceloneta, donde unos plafones explican los estragos que causaron los bombardeos de la aviación fascista al barrio.

10.- TRAS LAS HUELLAS DE LOS INDIANOS

El itinerario hace énfasis en el legado de los indianos, las grandes fortunas que volvieron de América a Barcelona desde mediados del siglo XIX a principios del XX. Se recorren antiguas industrias y negocios que se enriquecieron mediante las aportaciones técnicas o monetarias de los retornados y las mansiones que construyeron, especialmente Josep Xifré y Antonio López. En el actual Hotel 1898 de la Rambla se encontraba la compañía general de Tabacos de Filipinas, que regentaba López, quien a pesar de su pasado esclavista todavía tiene una plaza en su honor con estatua incluida al final de la Via Laietana delante de Correos. Otra parada es las Cases d'en Xifré,  bloque de pisos que se encuentra en el Pla del Palau, muy cerca del puerto, más conocidos como los Porxos d'en Xifré donde sobrevive el Café de les Set Portes desde 1838.