JUSTICIA EN TELA DE JUICIO

Petición de reapertura de otra denuncia de torturas

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Tres jóvenes del barrio barcelonés de Gràcia que denunciaron haber sido torturados por varios agentes de la Guardia Urbana en la madrugada del 9 de enero del 2005 pidieron ayer la revisión del caso, que fue archivado en el juzgado por prescripción.

Adrià Zayas, uno de los jóvenes, relató ayer en rueda de prensa que él, Ramón Ortiz Daniel Vázquez fueron torturados por siete urbanos, tanto en la comisaría de la estación del Nord como durante su traslado a las dependencias policiales.

La denuncia de torturas que presentaron en su día los jóvenes -a los que la Guardia Urbana acusó de atentado a la autoridad- fue archivada por el juez en el 2013, al haber transcurrido el plazo de prescripción de los hechos denunciados.

El impacto de 'Ciutat morta'

A raíz del impacto causado esta semana por el documental Ciutat Morta, que sostiene que las condenas por las graves lesiones sufridas por un urbano en el 2006 en Ciutat Vella fueron fruto de un montaje policial y judicial, y animados por el vídeo de un sargento de la Guardia Urbana jubilado, quien corrobora las presuntas torturas del 2005, los tres jóvenes de Gràcia han decidido volver a hablar de su caso y pedir otra investigación.

Zayas relató ayer que en el 2005 él y sus dos amigos fueron detenidos arbitrariamente por la Guardia Urbana tras unos incidentes ocurridos a las puertas del okupado Casal Popular de Gràcia, donde se celebraba una fiesta. Los tres jóvenes sostienen en un vídeo que fueron detenidos en un lugar alejado del casal, solo por su estética okupa, y acusados de atentado a la autoridad. Y que tanto durante el traslado a la comisaría de la estación del Nord como ya en ella, fueron golpeados por media docena de urbanos, los cuales les vejaron y obligaron a desnudarse.

Los tres vecinos de Gràcia presentaron una denuncia por torturas que fue archivada por el juez instructor, quien los envió a juicio por atentado a la autoridad. Tras un recurso de la defensa, esta decisión fue revocada en el 2009 por la Audiencia, que obligó a reabrir el caso. Desde entonces, según el abogado Jordi Busquets, el asunto estuvo parado en el juzgado hasta que en el 2013 el magistrado lo archivó por prescripción de los delitos denunciados.

Agentes cercados

El relato de los hechos incluido en el correspondiente atestado de la Guardia Urbana, al que ha tenido acceso este diario, es radicalmente distinto. Dos agentes en moto patrullaban por Gràcia, expone el documento policial, cuando toparon con un grupo de 40 o 50 jóvenes de estética okupa que impedían la circulación en la calle de Ros de Olano. El numeroso grupo increpó e insultó a los agentes y fue rodeándolos mientras profería gritos de celebración de la muerte del urbano Juan Miguel Gervilla, asesinado por ETA en Barcelona en el año 2000.

En vista de su inferioridad numérica, prosigue el atestado, los dos urbanos intentaron salir de allí, pero Zayas derribó a uno de la moto y empezó a golpearle ayudado por otros jóvenes. Otro grupo, en el que estaba Vázquez, rodeó y agredió al otro agente, mientras que Ortiz arrojó un tablón a uno de los policías.

Los urbanos aguantaron 10 minutos, hasta que llegaron refuerzos. Entonces los agresores se dispersaron a la carrera por las calles de Gràcia, perseguidos por las patrullas, que detuvieron a los tres jóvenes, quienes fueron identificados por los guardias agredidos. Estos dos últimos fueron atendidos de sus lesiones en la Mutua Universal, y los tres jóvenes, en el lugar de los hechos por parte de una ambulancia del servicio de emergencias, cuyo sanitario recomendó hacer a Vázquez una placa para descartar fracturas, por lo que este fue trasladado al hospital del Mar, concluye el atestado.