Pendientes de la Modelo para 'respirar'

La otrora inaudita imagen de toallas de playa tendidas en balcones, como si de Salou se tratara, en el corazón del Eixample es cada vez menos sorprendente. Àlex Broch, presidente de la Associació de Veïns per un Eixample Sostenible, no lo duda: el principal problema del distrito hoy son los pisos turísticos. «La Administración insiste en la regularización, pero solo con la legalización no se va a la raíz del problema. Que un piso sea legal o no, no resuelve los problemas de convivencia con los vecinos», subraya Broch, quien pide al futuro alcalde un régimen sancionador que asegure que se retiren las licencias a los pisos conflictivos.

Al margen de la apertura del debate sobre el actual modelo turístico -en todo el Eixample en cuanto a pisos turísticos, y en concreto en el barrio de la Sagrada Família en cuanto a masificación-, el distrito ha experimentado este mandato cambios urbanísticos notables, como la reforma del paseo de Gràcia -cuya nueva plataforma única es criticada por los invidentes-, y la del paseo de Sant Joan. En ambas vías, las aceras han multiplicado su espacio.

También ha sido durante el primer gobierno de Xavier Trias cuando se ha iniciado el largamente reivindicado derribo - aunque de momento solo de un pequeño módulo, y a ojos del vecindario de forma «descaradamente electoralista»- de la cárcel Modelo; se le ha puesto fecha definitiva al nuevo instituto en la Illa Germanetes, que abrirá en setiembre, aunque en barracones; y se ha iniciado el proyecto de súper islas, que pretende hacer respirar al distrito más poblado de la ciudad.

LAS MEDIDAS DE LA SAGRADA FAMÍLIA

Los vecinos de la Sagrada Família tienen muy bien definidas -no de cara a la campaña, sino desde mucho antes-, cuáles son las medidas urgentes que a sus ojos paliarían los males del barrio.

 Las resume Joan Itxaso, de la asociación de vecinos: la peatonalización de Sardenya y Marina, la erradicación de los pisos turísticos, el cierre de las tiendas ilegales de suvenires, la prometida introducción de las colas de acceso al templo al interior del recinto; el coto a aparcamientos de buses; la prohibición de buses turísticos en Marina y en las puertas de las escuelas y la prohibición de nuevos hoteles.

«El tranvía por la Diagonal de Glòries a Verdaguer sería otra de las prioridades para librar de coches la zona; además de la retirada del proyecto de abrir un Mercadona en el viejo cine Niza, que queremos recuperar como equipamiento», prosigue Itxaso, quien también recuerda demandas históricas pendientes, como la residencia de Rosselló con Roger de Flor y la vivienda social en los jardines de la Industria.

A ojos de Francisca Sevillana, vecina de la avenida de Gaudí, el problema no es el turismo, sino su gestión. «A mí me gusta que los turistas se interesen por mi ciudad y vengan a verla. Si la policía hubiera hecho su trabajo desde el principio, y a la primera queja de un vecino hubiera actuado, el fenómeno no se les hubiera ido de las manos», asegura esta vecina, quien apuesta por la economía colaborativa y los bed&breakfast -alquilar a los turistas una habitación de la propia residencia.

Toni Sánchez, vicepresidente de la asociación de vecinos de Sant Antoni, prioriza la necesidad de afrontar las desigualdades sociales: «Han aumentado la pobreza energética y los desahucios». Dicho esto, el tejido vecinal de Sant Antoni, uno de los barrios de moda en la ciudad, tiene también muy claro que las obras del mercado «no se pueden parar». «En la última reunión de seguimiento nos dijeron que la nueva fecha prevista para la inauguración es marzo del 2017, pero no lo aceptamos. Tiene que estar listo para otoño del 2016 para que todos los paradistas puedan afrontar la campaña de Navidad. Si hace falta, que trabajen las 24 horas, como están haciendo en el Ninot para inaugurarlo antes de las elecciones», afirma Sánchez, quien también insiste en la necesidad de abrir el debate sobre el futuro de la Ronda de Sant Antoni cuando desmonten las carpas del mercado provisional que ahora la ocupan.

El vecindario de Sant Antoni está también muy alerta ante la contagiosa masificación turística: «No vamos a permitir que tras la esperada reforma conviertan el mercado de Sant Antoni en otra Boqueria».

Una de las victorias vecinales en este mandato en Sant Antoni ha sido la recuperación de la vieja sede de la ONCE, en Calabria, 66, que se convertirá en setiembre, con su inauguración, en un equipamiento de proximidad de gestión ciudadana.

EL FUTURO TRAS LA CÁRCEL

El principal asunto pendiente en el Eixample izquierdo es el futuro de la Modelo, que debe proveer al distrito de una gran zona verde, una de sus grandes carencias. De los 28.750 metros cuadrados que ocupa la cárcel, más allá de los 1.215 que han empezado a derribar. «Es donde hay un conjunto de equipamientos más importante y donde está en juego la recuperación de la memoria histórica», apunta Lluís Rabell, presidente de la asociación de vecinos, quien apunta que se debe reabrir el debate, introduciendo los 5.000 nuevos metros cuadrados de la calle de Nicaragua ganados con el pacto con la Generalitat.

Entre los equipamientos pendientes en la Modelo los hay escolares, como los que reivindica el barrio de El Fort Pienc, tanto en los miles de metros ganados en Glòries, como en el solar de Marina donde llevan años esperando el IES Angeleta Ferrer. «Tenemos pendiente también que avance en la recuperación de Transformadors, por la falta de espacios para jóvenes que padece el barrio», relata Gisela Boronat, de la asociación de vecinos, quien también pide la expropiación de la Monumental para convertirla en un espacio estable de circo.