INFRAESTRUCTURAS CON RETRASO CRÓNICO

Pastor pone al fin fecha a la autovía del puerto, pero da largas al tren

En la ampliación de la terminal que precisa los accesos anuncia obras en diciembre

Las nuevas grúas gigantes de la terminal de contenedores BEST, ayer.

Las nuevas grúas gigantes de la terminal de contenedores BEST, ayer.

RAMON COMORERA / BARCELONA

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Casi un año después de que el Ministerio de Fomento licitara el acceso viario al puerto ampliado de Barcelona pendiente desde hace una década, la ministra Ana Pastor dio ayer por fin una fecha de inicio de obras. Los 10 kilómetros de autovía entre la calle A de la Zona Franca y la Ronda Litoral en Cornellà, a la altura del campo de fútbol del Espanyol, deberán empezar en «la primera semana de diciembre». Justo pocos días después de la anunciada visita pedagógica de su jefe de filas, el presidente Mariano Rajoy. Esta autopista para camiones que descongestionará la saturada B-10 costará 117,8 millones y ha de estar acabada en marzo del 2018. El anuncio se hizo en el estreno oficial de tres grúas gigantes en la megaterminal de contenedores BEST que ultima una ampliación del 50% de la planta que abrió en el 2012 en el muelle Prat. Pastor, en cambio, dio largas sobre la otra infraestructura eternamente pendiente en el puerto ampliado, los accesos ferroviarios con vías definitivas de ancho internacional.

El fuerte empuje de la planta semiautomática de la multinacional china Hutchison, primer operador portuario mundial, pone aún más en evidencia el secular retraso del Estado en acometer de una vez los accesos a los extensos muelles que se construyeron en suelo ganado al desviar el Llobregat hacia el sur. La terminal BEST acabará en el primer trimestre del 2015, solo tres años después de abrir, una ampliación que aumenta la línea de atraque de 1.000 a 1.500 metros y las grúas gigantes para descargar los barcos portacontenedores más grandes que surcan hoy los mares de ocho a once.

La planta tiene uno de los mayores niveles de productividad del mundo, según esgrime el grupo. El director europeo Clemence Cheng lo cuantificó en 220 movimientos por hora en un mismo barco, con una media de 40 cargas/descargas por grúa. El ahorro de costes y tiempo atrae a las mayores naves.

CARENCIA / Cuando abrió la planta se habilitaron a toda prisa unos accesos ferroviarios y viarios provisionales. Ayer, la urgencia de acometer los definitivos fue destacada por enésima vez por el presidente del puerto, Sixte Cambra: «Hay que dar a la infraestructura la conectividad que se merece y aún queda camino por recorrer, sobre todo en vía internacional». La ministra sostuvo que Barcelona «es una prioridad» y la prueba está en «los 50 millones de accesos del presupuesto del 2015».

Sobre las vías, ayer nada concretó, año y medio después del último convenio con la Generalitat y el puerto para que, en una decisión sin precedentes, la primera ceda un tramo de vía de los Ferrocarrils y el segundo pague 50 de los 100 millones. «El proyecto está muy avanzado y hay que establecer un esquema de seguridad para su licitación», alegó.