INICIATIVA EDUCATIVA EN EL BAIX LLOBREGAT

Parábola en Cornellà

El Palau Mercader será la sede del Museu de les Matemàtiques de Catalunya, un proyecto gestado durante años por varios profesores

Pura Fornals, profesora de matemáticas, con algunas piezas del futuro museo.

Pura Fornals, profesora de matemáticas, con algunas piezas del futuro museo. / DANNY CAMINAL

Carles Cols

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Cornellà inaugurará en enero el primer museo de las matemáticas de España. Por si algún lector ya ha bostezado o ha resoplado, que quede claro que vale la pena darle una oportunidad a Josep Rey, Guido Ramellini, Pura Fornals, Enric Brasó y al resto de sus colegas que hace unos seis años decidieron que esta disciplina científica merece ser mejor contada, que hasta puede resultar divertida, que las matemáticas manipulativas son muy viciosas (en el sentido más sano de la expresión, por supuesto), vamos, que por algo será que Arquímedes, absorto ante la resolución de un problema en la batalla de Siracusa, no vio venir espada en mano al soldado romano que puso fin a su vida.

Hacía tiempo que este grupo de matemáticos buscaba una sede fija para su proyecto educativo. Puede que llamaran a demasiadas puertas equivocadas, de gente de letras. En Cornellà les recibió el alcalde en persona, Antonio Balmón. Ecuación resuelta. El Museu de les Matemàtiques de Catalunya (Mmaca) abrirá sus puertas en el 2014 y, además, en una de las plantas del Palau Mercader.

Los matemáticos suelen ser gente cachonda. Hay todo un universo de chistes que solo ellos comprenden. Jesús proclama a las orillas del río Jordán que y = ax2 + bx + c. Solo ellos ríen. Es una parábola.

Hay incluso bromas entre las distintas ramas de estudio de las matemáticas. De los expertos en topología, el resto de sus colegas de facultad suelen decir que son incapaces de distinguir una taza de un donut, pero es que desde el punto de vista matemático realmente son el mismo objeto.

Esta introducción al humor pitagórico es útil para imaginar el entusiasmo con el que Rey, el más manitas de los profesores del grupo, ha construids las piezas que los visitantes del museo podrán manipular, pues esta no será un visita contemplativa, sino práctica. «La paradoja es una gran herramienta para aprender», proclama Ramellini, el único italiano del grupo, ante un puzle en apariencia imposible, pero fácil de resolver si se da la vuelta a las piezas. Quiere decir que a través del juego y del enigma se llega a las matemáticas, una asignatura, con excepciones, pésimamente enseñada en las aulas de primaria.

El propósito es que a partir de enero, el Mmaca reciba visitas escolares programadas, de momento de escuelas de Cornellà y, en función de la elasticidad de la agenda, también del resto del Baix Llobregat. «Los retos que se encontrarán los estudiantes pueden ser resueltos por lo general en cinco minutos», anticipa Fornals. Lo contrario podría ser desalentador. Lo interesante es el poso de curiosidad que después queda en el alumno.

Una de las construcciones más simples y desconcertantes construidas por Rey es un engranaje en apariencia sencillo, de cuatro ruedas dentadas. La pregunta simple es cuántas vueltas hay que dar al mecanismo para que vuelva a su posición inicial. «En realidad no lo sabemos, porque cada rueda tiene un número primo de dientes», responde el padre de la criatura.

Las visitas escolares, en cualquier caso, serán solo los días laborables. Los fines de semana, las actividades del Mmaca estarán abiertas al resto de la familia. Si a alguien todo esto aún le parece un proyecto extraño, hay que añadir que en estos años en los que el museo no ha tenido sede, con notable pasión este grupo de matemáticos han practicado el nomadismo y ha llevado su instrumental de trabajo de gira. Aseguran que nunca han pinchado.

¿Y Cornellà? ¿Por qué en Cornellà? Emilia Briones, teniente de alcalde, explica que un proyecto así encaja perfectamente en la estrategia municipal de apuntalar el sistema educativo. Hace dos semanas, el ayuntamiento anunció la contratación de profesores en paro para dar clases de refuerzo. Ahora ha cedido un espacio al Mmaca. «Todo suma». Nunca tan bien dicho.