POLÉMICA MUNICIPAL

La oposición intenta frenar el giro hacia lo catalán del Etnològic

August Panyella, fundador del Etnològic, en Afganistán. A la izquierda, restauradoras.

August Panyella, fundador del Etnològic, en Afganistán. A la izquierda, restauradoras.

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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La comisión de Cultura, Conocimiento, Creatividad e Innovación del Ayuntamiento de Barcelona prevista para el próximo martes se presenta como una de las más encendidas de la etapa de Jaume Ciurana como concejal de Cultura. Aunque la comisión no es vinculante, la oposición en bloque intentará paralizar el proceso de reconversión del Museu Etnològic de Barcelona en un recinto dedicado exclusivamente a la etnología catalana y también la pérdida de las mejores piezas de la colección internacional en beneficio del nuevo Museu de les Cultures del Món, que tiene prevista su apertura el próximo 13 de febrero en la céntrica calle de Montcada.

Portavoces de ERC y del PSC aseguran que votarán a favor de la propuesta que planterá en esta comisión Ricard Gomà, líder de ICV-EUiA, de «reorientar un proceso equivocado y paralizar el nuevo rumbo de catalanización emprendido por el Museu Etnològic». El PP explica que presentará una propuesta propia, pero que en caso necesario se unirá a la de Gomà. Ángeles Esteller, portavoz del grupo municipal del PP, formulará tres cuestiones: «Primero, rechazar la nueva conceptualización museística del Museu Etnològic, que está centrada en las colecciones de etnografía catalana. Segundo, instar al gobierno municipal a presentar de manera inmediata una nueva propuesta museística que transmita el carácter universal de las exposiciones. Y por último, reprobar al edil de cultura por esta decisión».

Jaume Collboni, candidato a la alcaldía de Barcelona por el PSC, considera que la ciudad no necesita un nuevo museo. «El ayuntamiento debe fomentar los que ya tiene con una política cultural de cariz internacional y no reduccionista», argumenta el líder del PSC, que defiende que no se debe «descapitalizar» un museo que durante décadas ha sido un emblema de la ciudad. «Expoliar un museo con una de las colecciones de antropología más importantes de España y reconvertirlo en un centro para la cultura catalana es una visión muy reducida de la ciudad y de su cultura. Este cambio, sin ninguna base científica, corresponde a criterios políticos, de uniformidad de pensamiento, no a una mirada amplia y global de la cultura. Queremos un museo que ponga en valor las relaciones, no las diferencias, por ello hace falta preservar y fomentar lo que era el Etnològic, no hacer uno nuevo dedicado a la cultura catalana», agrega Collboni. Para él, el proyecto del Museu de les Cultures del Món está basado en un criterio «estético», alejado de cuestiones etnológicas. «Es un poyecto improvisado, y tampoco estamos de acuerdo en esta inversión museística que Barcelona no necesita», concreta.

VISIÓN DECRÉPITA / David Fernández, líder de la CUP, opina que es una «barbaridad el nuevo planteamiento segregador, conservador, excluyente y carrincló del Etnològic». Según su parecer, se trata de una visión decrépita y cerrada de Catalunya. «La cultura catalana es sardana, pero también rumba y jota. Nuestra riqueza cultural es plural».

Ciurana se ha quedado solo defendiendo la catalanización del Etnològic con sus vitrinas repletas de figuritas de pesebre, cabañas de pastores y cántaros, y sin exhibir ni una pieza de las colecciones procedentes de las expediciones etnologiccas que durante el siglo XX se adentrron en Ásia, América, África y Oceanía.

Las críticas más dolorosas proceden del sector académico, con antropólogos como Llorenç PratsAdrià Pujol Xavier Martínez Celorrio que tachan de «error monumental», «ombliguismo» y «reducción folclórica» el cambio conceptual e ideológico del museo. En el entorno universitario, se considera que esta decisión unilateral del ayuntamiento va en contra del Marco Estratégico 2012-15 impulsado desde la misma alcaldía, donde se indica que creatividad, cultura, educación e investigación son acentos de un mismo objetivo: el conocimiento. «Queremos una ciudad y una sociedad basadas en el conocimiento como uno de los motores de progreso económico y social, y abordarlo desde la colaboración entre instituciones y entidades y con visión metropolitana», especifica el plan.