PRIMEROS PASOS DEL NUEVO AYUNTAMIENTO

La oposición impide la rebaja de sueldos que proponía Colau

Ada Colau, el pasado día 30, camino de una reunión en el ayuntamiento.

Ada Colau, el pasado día 30, camino de una reunión en el ayuntamiento.

CRISTINA BUESA / BARCELONA

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El primer pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobará esta mañana el cartapacio municipal. Las negociaciones se alargaron hasta última hora de este lunes pero no lograron desencallar el asunto de los sueldos. Donde sí hubo acuerdo fue en el reparto de las responsabilidades de las empresas municipales, que en los últimos días se había convertido en el escollo insalvable entre el gobierno de Ada Colau y la oposición.

Barcelona en Comú (BC), con solo 11 de los 41 concejales, había intentado inicialmente que los seis grupos municipales restantes no tuvieran representación en los consejos de administración de Barcelona de Serveis Municipals (BSM), Barcelona d'Infraestructures Municipals (BIMSA), Barcelona Activa, Foment de Ciutat Vella y Cicle de l'Aigua. Consideraban que estos puestos debían estar ocupados por técnicos y no por políticos.

LA ESTRATÉGICA BSM

Fruto del estira y afloja de estas semanas, anoche se daba por hecho que en BSM, la empresa más potente ya que toma decisiones de ciudad que no deben pasar por el pleno (la gestión del Bicing o el cierre del Park Güell, por citar algún ejemplo), se reproducirán las mayorías que arrojaron las urnas. Es decir, que BC necesitará consensuar los temas con el resto de grupos.

Esta misma correlación de fuerzas se quería reproducir en BIMSA o en alguna de las otras tres, a pesar de que la resistencia del equipo de Colau acabó imponiéndose. En las cuatro empresas que no son BSM, el gobierno tendrá mayoría, como había ocurrido hasta ahora.

ERC SE ABSTIENE

Donde acabaron tirando la toalla, tal como el jueves insinuó que harían el primer teniente de alcalde de Trabajo, Economía y Planificación, Gerardo Pisarello, fue en la pretendida rebaja de las retribuciones de los cargos electos. CiU, Ciutadans, PSC y PP (que suman 22 concejales, que es mayoría) se hicieron fuertes en que las congelaciones y bajadas sufridas entre el 2008 el y 2012 eran suficientes y que no aceptaban cobrar menos.

Tanto ERC como la CUP se abstendrán en este punto del orden del día. Lo harán por razones distintas aunque ambos consideran que la propuesta de Colau de bajar los sueldos entre un 15% (a los presidentes de los consejos de distrito o de las comisiones) y un 27% (el de la alcaldesa) es insuficiente. Los republicanos reclaman un código ético que amplíe a otros cargos gerenciales y de dirección esta rebaja.

En el otro extremo, la presidenta del grupo de la CUP, María José Lecha, recordó que sus tres concejales solo cobrarán 1.600 euros al mes tal como marcan las normas de su partido, con lo que la propuesta de BC se quedaba corta.

OBEDECER LA ARSAL

Ante la negativa de la mayoría del pleno de modificar las retribuciones, el equipo de gobierno sí se verá obligado a bajar el sueldo de la alcaldesa por su cuenta, ya que el que le quedará será de 109.000 euros. La ley de racionalización y sostenibilidad de la administración pública (ARSAL) insta a que a partir del 1 de julio Colau no pueda cobrar más de 100.000 euros.

Caso aparte es que tanto Colau como los otros 10 concejales y otros cargos de confianza se someterán al código ético de BC según el cual no pueden cobrar más de 2.200 euros netos por 14 pagas. Lo que no han revelado todavía es qué harán con el dinero de más que les pague la corporación de Barcelona cada mes.