DEBATE POLÍTICO SOBRE UNA ACTIVIDAD EN EL LIMBO LEGAL

Un 'sí' impulsado por la urgencia

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cannabis / periodico

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL / BARCELONA

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Apretaditos, en lo alto de una tarima, seis representantes de seis grupos municipales debaten sobre los clubs cannábicos. Se pasan un micro que apenas da voz, pero tampoco parece que tengan mucho que decir. Se reservan porque el miércoles hay comisión y es ahí, en sede municipal, donde suelen desplegar sus palabras 'premium'. La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, les precede con la presentación del plan urbanístico que viene a regular esta actividad económica. En el público, usuarios y gente del gremio, en una jornada en el CCCB organizada para tomar la temperatura al sector en momentos de cambio. El tiempo se echa encima del ayuntamiento, así que quizás por empatía o más bien por urgencia, parece que la medida se aprobará justo antes del bocinazo. Pero sin pasión nivel Bruce en su enésimo concierto en Barcelona.

Sanz descorcha el debate asegurando que esta praxis, con el urbanismo por delante del debate social, no es el modo ideal de funcionar. Pero que se encontraron con un proyecto a medias de la era Trias y no había otra. Habla del “derecho de asociación”, de la “convivencia” y de la “salud pública”, elementos ausentes, dice, en el plan anterior, pero también de la necesidad: si se hubiera superado el plazo del 13 de junio, la ciudad habría tenido que esperar otros tres años para retomar el asunto. Un tiempo en el que, a buen seguro, habrían brotado fumaderos sin control, al amparo del vacío legal.

RESERVA DE VOTO

Así las cosas, con CiU por las paredes porque se indulta a los clubs con licencia que están a menos de 100 (150 metros en Ciutat Vella y Gràcia) de una escuela, el plan tiene todos los visos de prosperar. La votación está prevista para el pleno de finales de mayo porque los grupos municipales, como el jurado de 'La Voz' que delibera tras la pausa publicitaria, harán reserva de voto en la comisión, lo que equivale a decir que será el cabeza de filas quien suba o baje el pulgar en el todavía salón de la Reina Regente. Suelen hacerlo con los temas de calado. 

Por el PSC, el concejal independiente Daniel Mòdol, ahora responsable de la arquitectura local por gracia del pacto Colau-Collboni, "no venía con intención de hablar”. Pero ahí va: “No podemos criminalizar a nadie, como tampoco podemos anteponer el debate urbanístico al ciudadano". Jordi Coronas, concejal de ERC, afea a Trias que quisiera “matar moscas a cañonazos”, atenazado por la "presión mediática". “Es lo que pasa cuando en un gobierno saltan todas las alarmas”, remacha. Luis Ignacio Ruiz habla en nombre de Ciutadans. Formó parte de una de las federaciones de clubs cannábicos, así que el voto del partido naranja, a pesar del pasado popular y conservador de Carina Mejías, parece decantarse por el ‘sí’. Se felicita por el paso adelante, pero lamenta dos años de parón que dejan un mal gusto de boca: “Esto llega tarde”.

LA CUP, RESPONSABLE

Salta la sorpresa con el miembro de la CUPFerran Ocata. Lamenta que CiU quisiera “eliminar los clubs cannábicos”, pero adopta parte del discurso convergente: “No debemos convertir Barcelona en centro internacional del consumo de cannabis turístico, sino en referente de la buena gestión”. La diferencia es que a él ya le parecen bien 140 locales, y los exnacionalistas, con uno por distrito, se sobran y se bastan. Por parte del partido de Trias se esperaba a la exconcejala de Ciutat Vella, Mercè Homs, pero en su lugar se presenta un estrecho colaborador, Roger Puigví. Le toca el palillo más corto: defender en solitario una tesis que sabe a kriptonita para el respetable. Sus palabras son tan medidas que se impone consultar con Joaquim Forn, número dos de la formación. Con el exprimer teniente de alcalde, el agua es transparente: “Este plan es una bestialidad, parece que no se dan cuenta de que tienen delante un problema social muy serio que preocupa a mucha gente”. Votarán ‘no’, sin fisuras; a muerte. También el PP, que tan claro lo tiene, que es el único que no se ha presentado al debate.