INVENTOR DE OBJETOS COTIDIANOS

La omnipresente huella de Miguel Milá en Barcelona

Un documental de Poldo Pomés retrata al gran diseñador de mobiliario urbano

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CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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Se puede trazar un recorrido dedicado al mobiliario urbano, y también al de elegantes locales, del diseñador e inventor Miguel Milá por las calles de Barcelona: el banco Neoromántico Liviano lo podemos contemplar en el paseo de Gràcia, en el campus Audiovisual de la Universitat Pompeu Fabra, en el jardín de CosmoCaixa, en algunas zonas de la Diagonal y en el espacio al aire libre del Edificio Hub, que en su barriga alberga el Museu del Disseny que en su exposición permamente exhibe la icónica lámpara TMC, que él creó en 1958. En el centro de documentación de este equipamiento de la plaza de las Glòries se encuentra el archivo profesional con esbozos originales cedidos por el propio Milá.

La ruta prosigue por buscar banquetas y sillas suyas en las aceras del Paral.lel, por admirar las luces de suspensión que cuelgan del techo del claustro del antiguo Convent de Sant Agustí y por el interior de Casa Bonay, donde lucen lámparas Estadio, concebidas originalmente para el Estadi Olímpic de Barcelona 92. Otra pista: el mismo soporte de luz artificial se encuentra en la entrada de la tienda Santa Eulalia en el paseo de Gràcia.

El carismático Milá, tanto por la repercusión internacional de su obra como por su experiencia vital, es el protagonista del nuevo documental del realizador Poldo Pomés, hijo del fotógrafo Leopoldo Pomés, que nació en 1931, el mismo año que el célebre diseñador. Pomés, padre, fundó el restaurante Il Giardinetto en la callecita de La Granada del Penedès y la tortillería de enfrente, Flash Flash. Ambos locales conservan piezas originales de Milá, hijo del conde de Montseny, octavo de ocho hermanos, entre ellos Leopoldo, creador de la legendaria moto Impala de Montesa, y Alfonso, uno de los arquitectos del anillo olímpico de Montjuïc, interiorista de Flash Flash y socio de Federico Correa. Milá es padre de cuatro hijos, entre ellos Gonzalo, también diseñador; Lucas, artista, y Juan, editor, y tío de los periodistas Mercedes y Lorenzo Milá. "Él forma parte de mi vida. Es como de la familia. He crecido rodeado de sus objetos", explica Poldo Pomés, que ha dedicado dos años a filmar esta película producida por Santa & Cole, que el próximo miércoles se proyecta en la Fundació Miró.

RÍE Y HACE REÍR

Aristocrático y amante de las ferreterias, Milá conversa con amigos y profesionales, como Juli Capella y André Ricard, sobre sus diseños. El sentido del humor no falta. En la mayoría de los planos ríe o hace reír con sus salidas e ingeniosas frases. "Una silla de ratán la tiras por el balcón y llega intacta", asegura en defensa de los materiales nobles. Y acto seguido, la lanza desde la segunda planta de su casa de Esplugues al jardín. Solo hay una escena triste, cuando pasea por los pasillos vacíos de Vinçon tres días después de su cierre. "Fue una sensación de muerte terrible", confiesa.

Para él, lo importante es la utilidad, el proceso artesanal, el sentido del orden y lo que él llama la emoción estética. "El diseño es vida auténtica", define un profesional especializado en autoencargos. "Los objetos que me han encargado otros no han acabado de funcionar bien", desvela Milá, que se muestra contrario a la innovación. "¡Qué manía con lo de innovar! Llegas a un hotel modernísimo, estás cansado y cuando entras en la habitación diseñada por Norman Foster ni siquiera sabes dónde dejar las maletas, ni apagar la luz cuando quieres dormir y, al despertar, cómo funciona la ducha. La funcionalidad y la buena economía son las verdaderas prioridades", argumenta.