OPOSICIONES BAJO SOSPECHA

Ola de acusaciones de tongo en el examen de la policía de Badalona

CARLES COLS / MAYKA NAVARRO / BADALONA

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El último examen de acceso al cuerpo de la Guardia Urbana de Badalona aspira al adjetivo de escandaloso. Al menos eso sostienen parte de los 670 aspirantes que no superaron la prueba. Solo aprobaron 12 candidatos. Hasta aquí, nada anómalo. Seis de ellos lo hicieron con unas notas significativamente altas -subrayan los denunciantes- a la vista del campo de minas que era el test de cultura general del examen. Sospechan que a esos seis talentosos aspirantes a agente de la policía municipal les une algún tipo de relación de parentesco con empleados municipales. Según las pesquisas llevadas a cabo por EL PERIÓDICO a raíz de esas denuncias, así es. Dos de ellos son hijos de dos de los actuales escoltas personales del alcalde, Xavier García Albiol (PP). Otros tres son hijos de otros agentes de la Guardia Urbana. En el sexto caso bajo sospecha ha sido imposible de momento verificar una relación de parentesco.

El problema en toda polémica de estas características es establecer dónde está la frontera entre lo normal y lo insólito. Uno de los denunciantes se ha tomado la molestia de analizar estadísticamente los 670 resultados a través de la técnica gráfica de la campana de Gauss. Así se aprecia perfectamente lo desconcertante de los resultados del examen. Entre las seis mejores notas y el resto se abre un abismo. La campana de Gauss es una buena herramienta para detectar anomalías estadísticas, y esta lo es.

Otra perspectiva desde la que analizar lo sucedido es descubrir qué test fueron capaces de responder esos seis aspirantes. El más notable de ellos acertó 82 preguntas, falló dos y dejó seis en blanco. El que más se equivocó de esa media docena de afortunados respondió bien 82 y erró en siete. «Algunas preguntas eran imposibles de responder. Por ejemplo, qué porcentaje de paro juvenil hay en Europa según una información que publicó la edición digital de El País el pasado mes de marzo», recuerda uno de los denunciantes. El examen se realizó el pasado 1 de septiembre. Había pasado, pues, medio año.

¿Cuál es la forma política de Japón? Esa era otra pregunta extraña si de lo que se trata es de ser agente de la policía municipal de Badalona. Es cierto que había también preguntas sobre la ciudad. Por ejemplo, quién es la autora de la escultura de la imagen icónica del Anís del Mono instalada en el paseo Marítim de Badalona.

La defensa de la pulcritud del proceso la realiza, en nombre del Ayuntamiento de Badalona, la concejala del PP Maria Jesús Hervàs. Antes que nada, es casi obligado hacerle antes una pregunta. ¿De qué nacionalidad es Cate Blanchett? Hervàs se queda atónita. Duda. «No sé, es de Estados Unidos..., o tal vez inglesa». La mayoría de los aspirantes a guardia urbano tampoco supieron que la respuesta correcta era australiana. Es un consuelo menor. Hay que suponer que los hijos de los escoltas y de los otros tres agentes que aprobaron casi sin mácula lo sabían.

Maite Arqué, también

Hervàs explica que el examen es responsabilidad de un tribunal externo y con una mecánica de elaboración del cuestionario que lo blinda contra las filtraciones. ¿Por qué, entonces, se produce esa sospechosa coincidencia de parentesco? Según la concejala, no hay que menospreciar el peso de la tradición familiar, es decir, que la vocación de los aspirantes viene de lejos, y que al igual que los hijos de médicos puede que también sean médicos, los de policías municipales también siguen los pasos de sus padres. Hervàs subraya su tesis con un dato. No es la primera vez que los hijos de escoltas del alcalde ganan unas oposiciones a agentes de policía de Badalona. Sucedió también -dice- cuando la socialista Maite Arqué era alcaldesa. Como colofón añade que también el sobrino de un actual concejal socialista está entre los 12 aspirantes que han superado las pruebas. No quiere con ello acrecentar las sospechas. Sugiere solo que los aprobados estudiaron más y mejor, tal vez porque supieron antes que habría oposiciones.