Iniciativa sanitaria

Ocho mercados tendrán desfibrilador en enero

La caja del desfibrilador que se instalará en el mercado de Santa Caterina.

La caja del desfibrilador que se instalará en el mercado de Santa Caterina.

MIREIA MOYA
BARCELONA

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A partir de enero la capital catalana contará con equipos desfibriladores en ocho de sus 43 mercados. Este compromiso, firmado por la Asociación Barcelona Salud y el Instituto Municipal de Mercados de Barcelona, afrecta a los recintos de Santa Caterina, Sants, la Concepción, la Guineueta, la Llibertat, Guinardó, Provençals y los Encants.

Se trata de espacios en distintos distritos con los que Barcelona iniciará el camino para convertirse en la primera ciudad Europea con los mercados cardioprotegidos. «Aumentando la disponibilidad de este tipo de aparatos se facilitará el acceso a ellos a las personas que los necesitan con urgencia y por lo tanto se salvarán vidas», declaró Josep Brugada, presidente de la Asociación Barcelona Salud, durante la presentación del convenio ayer por la mañana.

Los nuevos dispositivos se localizarán en espacios de máxima accesibilidad y visibilidad, siempre al lado de alguna puerta, y se prevé que al finalizar el año 2015 se pueda disponer de ellos en todos los mercados de la capital. Una necesidad sanitaria de primer orden si además se tienen en cuenta las estadísticas oficiales: solo en el 2013 se contabilizaron 3.420 casos de muerte súbita, una cifra 16 veces superior a la de fallecimiento por accidente de tráfico.

PROTECCIÓN INTEGRAL / La iniciativa se enmarca dentro del programa Barcelona, Ciudad Cardioprotegida, que pretende convertir la capital en la primera urbe del mundo equipada para reducir el impacto de los problemas cardiacos. Un proceso que se hará realidad gracias a una red de aparatos de emergencia que ya han empezado a implantarse de manera estratégica en lugares públicos. El proceso se inició en marzo con la instalación de dispositivos en 100 farmacias de Barcelona, entre las que se encuentran todas las abiertas 24 horas. Y en agosto se incorporaron ocho desfibriladores en los andenes de cuatro estaciones de la L-1 del metro (España, Universitat, Sagrera y plaza Catalunya). Todas ellas con una concurrencia que asciende hasta las 310.000 personas al día.

La previsión es que además de farmacias, metro y mercados también se equipen con desfibriladores otros espacios como bibliotecas, comisarías de la policía y todos los vehículos de la Guardia Urbana, un plan que solo se podrá hacer efectiva completamente si se continúa disponiendo de fondos.

En estos meses se han salvado tres vidas con desfibriladores del proyecto (una cuarta murió horas después) y se espera que sean muchas más a medida que se extiendan los aparatos. El tiempo de reacción ante una crisis cardiaca es de 10 minutos.