ACCIDENTADO OPERATIVO POLICIAL

Un nuevo altercado entre policía y manteros deja cinco heridos

Los jóvenes lanzan piedras a los agentes para evitar que un amigo sea identificado en el metro de plaza de Catalunya

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL
BARCELONA

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Las imágenes que ayer corrían por internet y el testimonio de cuantos presenciaron los hechos no hacían temer por la vida de nadie, pero dejaban entrever muchos nervios. Sobre las cuatro de la tarde, un operativo ordinario de la policía local de Barcelona contra la venta ambulante  en el metro de la plaza de Catalunya terminaba con cinco heridos leves y, lo que quizás llamaba más la atención: el epicentro de la ciudad viviendo momentos de confusión y sorpresa por unos altercados insólitos hasta hace pocas semanas.

 La Guardia Urbana, en un momento del día en el que la Rambla bulle de forasteros, procedió a identificar a uno de los vendedores que tenían su manta desplegada en el distribuidor del subterráneo de Catalunya, ese impagable cajón acústico otrora escenario de bandas callejeras. Según la versión policial, en el momento en el que sacó la documentación, unos compañeros se la llevaron a toda prisa para evitar que fuera detenido por su condición de inmigrante irregular. Se metieron en la L-3 del metro y bajaron a las vías, donde cargaron piedras que luego lanzarían a los policías que les perseguían en busca de ese billetero. Cuatro agentes resultaron heridos leves. También una mujer, que tuvo que ser trasladada a un centro hospitalario. Se cortó la calle de Pelai, y en la superficie hubo confusión y un tumulto no fáciles de solventar en el paseo más abigarrado de la capital catalana. Según un portavoz municipal, por razones de seguridad no se realizó ninguna detención, pero se han abierto diligencias y no se descartan futuros arrestos tras visualizar las imágenes de las cámaras de seguridad del suburbano. La presencia de esta actividad ilícita ha crecido de manera notable este verano, según fuentes policiales. También los altercados -al menso 4 desde el 15 de agosto-, que comenzaron a producirse tras la muerte de un senegalés durante una redada policial en Salou hace tres semanas.

EFECTO LLAMADA

El tema de la venta ambulante ilegal se ha convertido en el primer talón de Aquiles de Ada Colau, que ha repetido en varias ocasiones que es un asunto que debe resolverse desde el punto de vista social y no solo policial. Desde CiU, el que fuera responsable de Seguridad con Xavier Trias, Joaquim Forn, calificó de "graves" los altercados y consideró que la situación "se le ha escapado de las manos" a la alcaldesa. "Hay órdenes poco claras y poco apoyo a la Urbana. Se ha acabado generando un efecto llamada". Jaume Collboni (PSC) también pidió "claridad" a Colau a la hora de marcar la hoja de ruta policial y afeó al ayuntamiento que esté tardando tanto en tomar medidas ante el incremento del 'top manta'que achacó al "buenismo" del gobierno. Instó, también, a estudiar la posibilidad de sancionar a los clientes que compran estos productos falsificados. Por parte del PP, el concejal Alberto Fernández Díaz, acusó a la líder de Barcelona en Comú de convertir a la Guardia Urbana "en el pito del sereno a ojos de los manteros". "El 'top manta' degrada la ciudad", dijo.