MANIFESTACIÓN EN LA PLAZA DE SANT JAUME

Nou Barris clama en la calle contra la desigualdad

Los vecinos de Nou Barris protestan en la Via Laietana camino de la plaza de Sant Jaume, ayer por la tarde.

Los vecinos de Nou Barris protestan en la Via Laietana camino de la plaza de Sant Jaume, ayer por la tarde.

MARÍA G. SAN NARCISO
BARCELONA

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Los vecinos de Nou Barris consideran que lo que hay en su distrito «no es pobreza, es injusticia». Que las administraciones se empeñan en mirar para otro lado mientras los servicios sociales están saturados, la media de desahucios ronda entre los 20 y los 25 semanales y la desigualdad no hace más que crecer. Por eso, ayer la plataforma Nou Barris diu prou, que engloba a más de 100 entidades, marchó con tambores y silbatos por el centro de Barcelona, para «hacerse oír y molestar», como explicaron Antonio Castán y Juan Gil Mateu, miembros de la Marea de Pensionistas. «Ahora que vienen las elecciones igual les entra el miedo», decían con sorna.

La manifestación comenzó en la plaza de Urquinaona a las siete y media de la tarde. Allí se congregaron centenares de personas que acudían juntas desde el metro de Llucmajor. Vecinos de todas las edades y procedencias gritaban con bengalas en mano que no querían caridad, que quieren y tienen derechos. Algunos, que superaban los 70 y 80 años, se ayudaban de bastón para caminar. «Todo lo que tenemos en Nou Barris, las guardarías, los semáforos, los médicos... por todo hemos luchado y lo sentimos muy nuestro», explicaba Maite Rodríguez, una vecina de Ciutat Meridiana que admite que, aunque ella es «una privilegiada», existe un problema de conciencia social y que hay que luchar por lo que en su día consiguieron. «Estamos retrocediendo 40 años», afirmaba.

Las entidades del distrito estiman que el 25% de los desahucios de Barcelona tienen lugar en Nou Barris, que los escolares se llevan una cuarta parte de las becas de comedor y que, mientras la renta global de Sarrià es de cerca de 34.000 euros, la de su distrito es de 10.800. Por esas y otras razones consideran que las administraciones deben ceder más recursos a las políticas sociales y trabajar de forma activa y transparente con ellos.

Los vecinos marcharon pacíficamente hasta la plaza de Sant Jaume, donde entregaron su manifiesto tanto en el ayuntamiento como en el Palau de la Generalitat. Allí no les esperaba ningún político para recogerlo. Lo hizo un cabo de los Mossos d'Esquadra. Por eso, mañana volverán para entregarlo en el registro. «Tienen que saber que estamos aquí, que seguimos aquí y que seguiremos», Pep Ortiz, uno de los encargados de hacer la entrega. «Poco se puede hacer cuando los presupuestos municipales ya están aprobados y la Generalitat dice que no hay dinero, pero nos tienen que oír», matizaba.