La Navidad más tradicional

«Nuestras tradiciones están en peligro». Es el grito de socorro de Abel Plana, joven geganter reconvertido en presidente de Amics del Pessebre de Santa Maria del Mar. Esta entidad nació hace dos años para fomentar la cultura popular tradicional, como los pesebres, que se remontan al siglo XIV. Por eso, esta ruta por las tradiciones navideñas comienza por el nacimiento alojado en la basílica de Santa Maria del Mar, modesto en cantidad pero grande en tamaño (las figuras miden un metro), con paisajes muy cuidados y que rinde homenaje a la Barcelona marítima (plaza de Santa Maria, 1. De 10.00 a 13.30 y 16.30 a 20.30 h). El itinerario sigue de la mano de Abel por la Casa dels Entremesos, un centro de divulgación de las tradiciones catalanas que, además de gigantes, diablos y falcons, acoge dos belenes. Uno puede verse desde la calle y este año rinde tributo al pico del Pedraforca (plaza de las Beates, 2). El otro, en el interior, consiste en una docena de dioramas realizados por alumnos de una iniciativa pionera, la Escola-Taller del Pessebre (del 27 al 30 de diciembre, de 10.00 a 13.00 y de 16.00 a 19.00 h. El 31, solo por la mañana). La ruta de los belenes tiene más paradas: el claustro de la Catedral, la iglesia de Betlem, la Pia Almoina, el Monestir de Pedralbes (ver www.pessebrescat.org).

Aunque no sean tan antiguos, los pesebres vivientes se han convertido también en una tradición catalana, avalada por las representaciones que organizan casi medio centenar de poblaciones. Entre los que pueden verse los días 25 y 26 se encuentran el de Sant Adrià de Besòs (La Catalana, 67. 19.00 y 21.00 h), el de Corbera de Llobregat, que es el más antiguo (18.00 y 19.00 h), y el Pessebre dels Oficis Perduts de Sant Guim de la Plana (18.30 h). Información: www.pessebresvivents.cat