Natación sincronizada más allá de los 80 años

El Club Natació Kallípolis cuenta con un grupo de veteranas entre las que se encuentran algunas de las pioneras de la natación sincronizada en Catalunya

EL PERIÓDICO / Barcelona

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Dos días a la semana, la piscina del  Centre Esportiu Municipal Can Caralleu de Barcelona recibe la visita de unas leyendas de la natación sincronizada catalana, el grupo de veteranas del Club Natació Kallípolis formado por nadadoras que hace más de 50 años que practican la natación sincronizada.

Algunas de ellas fueron las pioneras de esta modalidad y recuerdan cómo, al inicio, nadaban boca abajo, sin utilizar pinzas: "Nosotros no teníamos, de pinzas. No sabíamos ni que existían, hasta que vinieron unas americanas a hacer una exhibición en Barcelona y nos dieron una. El padre de una de las chicas fabricó de similares para que las pudiéramos utilizar", recuerda Cristina Aguilar, una de las nadadoras del grupo.

"Yo empecé con 18 añitos, y después, a los 30, lo dejé porque me quedé embarazada. Tras divorciarme, a los 54, volví. ¡Y así hasta que el cuerpo aguante! ¿Y cuándo será eso? ¡Pues a los 93!", explica Rosa Maria Marcé, la más veterana de todas, de 82 años.

Algunas de ellas hace más de 50 años que hacen figuras, apneas y brazadas bajo el agua. En realidad, "son el alma fundadora del CN Kallípolis, en el año 1968", asegura la entrenadora Anna Tarrés, directora deportiva de este club.

"Para nosotros es un orgullo ver que, a pesar de la edad que tienen, siguen viniendo y haciendo lo que hacen", añade.

Nunca es tarde para empezar

A pesar de la dureza física de la natación sincronizada, no existe ninguna limitación de edad para iniciarse en esta práctica. Una muestra de ello es una de las nadadoras del grupo de veteranos, que comenzó con 48 años: "Veía mi hija entrenar y me despertó la curiosidad. Pregunté si podía probarlo y me enganchó. Al principio me costaba, porque no es lo mismo aprender las figuras a los 10 años que a los 48, pero ellas me ayudaban ", relata Montse Grifoll, que ahora tiene 57 años y que, como el resto de las nadadoras, no los aparenta.