Un modelo copiado

Aplicando a la Vila Olímpica el dichono news is good news (que no haya noticias es una buena noticia), se puede deducir que el barrio vive en fase de merecida placidez. Tras largos años preolímpicos ocupando portadas, y una resaca de los Juegos que convirtió en noticia la dudosa calidad de algunos de sus pisos o la falta de moradores para sus 162 locales proyectados, ya casi no se oye hablar de la Vila Olímpica.

Se la vive y se la siente, eso sí, al visitar sus cines, su tramo de playas o los locales de ocio del litoral. No hay noticias porque en esta trama del 92 se vive tranquilo y bien, en general. Por poner una queja... la misma que ya nombraban los vecinos hace un año, cuando este diario informaba de la inminencia del 20º cumpleaños y la evolución del barrio.«Nos falta comercio, un mercado en la zona», reiteraba ayer Mònica Mackay.

¿Y el resto? En general bien, señalaban los vecinos que, encabezados por su presidente, Jordi Giró, acudieron a la presentación de la muestra, inaugurada oficialmente con una fiesta horas más tarde.

Y es que poco a poco, este tranquilo pedazo de Barcelona ha ido cuajando. La mayoría de familias que llegaron tras la fiebre olímpica arraigaron, aunque algunos se fueron añorados de calles con máscaliu y comercio. Pero la realidad es que de día no hay suficiente masa vecinal ni ajetreo que propicie más negocios, y los que viven se han acostumbrado a hacer la compra en el Centre de la Vila o en los mercados municipales de la Barceloneta, Santa Caterina o Poblenou, a falta del ansiado pequeño mercado que reivindican hace años y que ahora tiene menos números que nunca de materializarse.

Cuentan los vecinos que están planteando, como opción, crear una cooperativa con sede en el barrio, ya que muchos son clientes de agricultura ecológica a través de internet.«Es una idea en la que trabajamos», explicaban ayer.

Esos pequeños déficits no impiden que la comunidad sienta que lo suyo es tan barrio como el que más, ya que«el sentimiento deidentidad es muy fuerte»desde el inicio, al ser un coto que partía de cero.

Sabido es que el modelo barcelonés gusta y ha sido exportado en materia olímpica. Como ya avanzó EL PERIÓDICO el pasado julio, el ejemplo local inspirará la villa olímpica de Río de Janeiro 2016, uno de cuyos proyectos firma el estudio de Alonso y Balaguer.

El legado internacional

También Londres recoge ese espíritu, como se refleja en el último panel de la muestra. Como enlace entre pasado y futuro, la imagen final es de Sebastian Coe, presidente del Comité Organizador de los Juegos de Londres 2012. Admite que la capital británica«ha seguido el ejemplo de Barcelona 92», metrópolis que dejó«el mejor legado de la historia de los Juegos». El excampeón olímpico apunta que antes del 92 la capital catalana era una de las 16 principales ciudades europeas, mientras que ahora figura entre las cuatro primeras, con un gran tirón turístico.«Es increíble-agrega-,Barcelona se encuentra todavía en la mente de muchas ciudades como el mejor ejemplo de regeneración».