Miles de personas con entrada no pueden acceder a una feria en Barcelona

Miles de personas que habían comprado una entrada anticipada para el salónBCN&Cake no han podido acceder este sábado al pabellón de la feria deBarcelona al completarse su aforo, de1.500 personas, por lo que la organización se ha comprometido adevolver el importe a aquellos que no han podido entrar. Anabel López, otra de las coorganizadoras, ha informado a Efe de que en taquilla únicamente se han vendido 300 entradas a un precio de 8 euros, pero se han vendido casi8.000 anticipadamente, a cinco euros cada una.

La Feria deBarcelona, que ha alquilado el pabellón número 5 del recinto deMontjuïc para acoger el certamen, había advertido a los organizadores de que el aforo máximo del pabellón es de 1.500 personas.

Al cabo de las dos horas de abrir al público, este aforo ya se había alcanzado, por lo que los organizadores y la Feria han decidido cerrar el acceso y dejar de vender entradas en taquilla. Unas2.000 personas, muchas de ellas venidas de otras parte deEspaña, se han agolpado en la entrada del pabellón y han expresado sus protestas al no poder acceder, lo que ha requerido la presencia de varias patrullas de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana "para poner orden", según fuentes de la Feria.

Previsión de alta rotación

El primer salón de repostería BCN&CakeBCN&Cakeestá organizado por las empresasAdstrac yI Love Cookies, que se han visto desbordadas por la afluencia de visitantes a primera hora de esta mañana atraídos por la moda importada deEEUU de hacermagdalenas de coloresen casa.

Uno de los organizadores del evento, César Terradas, ha asegurado que en todo momento ha primado la seguridad de las personas que estaba dentro del recinto y que cuando han visto que se llegaba al aforo permitido han cerrado el acceso y sólo dejan entrar en función de la gente que salía. "Preveíamos una rotación más alta y que no todo el mundo viniera a la misma hora, no ha dado tiempo a que rotara", se ha excusado el organizador, que ha señalado que el problema no es el número de entradas vendidas sino la afluencia masiva a una misma hora de los visitantes.