El metro se aboca a la huelga durante el Mobile World Congress a la espera de un "milagro"

Entraban en la sede de Relacions Laborals de la Generalitat a las 11.30 horas de este miércoles y salían a las 21.30 sin apenas avances. La negociación entre la plantilla de metro y la dirección de TMB ha dejado claro que las posiciones sobre el convenio colectivo siguen alejadas. Un divorcio laboral que, de mantenerse, dejará a la ciudad sin subterráneo durante dos días la semana que viene, el lunes y el miércoles. La ciudadanía lo sufrirá en su rutina diaria. Pero lo que la Administración más lamentará es que el Mobile World Congress, la cita económica más relevante del año, se quedará sin su transporte de cabecera. Sin la flamante línea 9 que dejaría a los genios de la telefonía a las puertas de Fira Gran Via. 

Un portavoz de la CGT, sindicato mayoritario en el comité de empresa del suburbano metropolitano, manifiesta a este diario su estupefacción ante "el inmovilismo de la dirección". Explica que en esta reunión han recibido la primera oferta escrita desde que arrancó el conflicto laboral, el 2 de febrero, cuando el subterráneo realizó el primer paro. La empresa, asegura esta misma fuente, "no se ha movido un centímetro de su posición", con lo que el encuentro ha terminado sin preacuerdo alguno.

ASAMBLEA DEFINITIVA

Así las cosas, el metro celebrará este jueves dos asambleas, en turnos de mañana y tarde, para someter a votación a mano alzada una oferta que al comité le parece del todo insuficiente. Es de prever que los trabajadores tampoco la aceptarán -"las posibilidades son remotas", avisan los sindicatos-, con lo que las huelgas de 24 horas para los días 22 y 24 seguirán adelante. Será así si en la asamblea no surge la propuesta, que también debería votarse y aprobarse, de dar más plazo a la negociación y dejar las movilizaciones para más adelante. "Es evidente que un paro no tiene el mismo efecto durante el Mobile que en una semana cualquiera", admite el portavoz de la CGT.

También podría evitarlo un nuevo acercamiento de la empresa, que sin duda recibirá presiones por todos lados para que el congreso de móviles tenga la fiesta en paz. Por el momento, no hay reunión prevista ni más mediación por parte de la Generalitat, aunque todo es susceptible de cambiar ante la urgencia de que el metro circule sin sobresaltos.  

CONTRATOS PRECARIOS

El principal escollo para el acuerdo, explica la CGT, es la precariedad de los contratos de cerca de 600 empleados de un total de 3.200 trabajadores. Al parecer, la empresa solo aporta solución para unos 250, pero los sindicatos no aceptarán nada que no incluya al total de afectados por lo que ellos consideran que son "condiciones laborales inadmisibles". En cuanto al sueldo, TMB ofrece para el 2016 una subida del 1%, sin referirse a los años siguientes. "Que se fijen en lo inmediato y no en el convenio global demuestra que hay nervios para arreglar esto cuanto antes", aporta la CGT.

Los sindicatos se muestran sorprendidos de que el ayuntamiento no haya participado directamente en las negociaciones, "más aún, tratándose de un gobierno que se supone que entiende estas reivindicaciones", lamenta el comité. "No hemos hablado con la concejala de Movilidad (Mercedes Vidal) desde el 2 de febrero, cuando nos recibió después de la manifestación. Nos dijo que confiaba en que la dirección haría todo lo posible para negociar y llegar a un acuerdo. Ahora esto solo lo puede salvar un milagro". 

EL BUS SIGUE SU CAMINO

En el conflicto laboral del convenio de autobuses, el comité de empresa se reúne hoy para decidir la fecha para que la plantilla vote el preacuerdo al que los sindicatos mayoritarios (UGT, CCOO y SIT, 17 de 29 delegados) llegaron con la dirección de la empresa. Los sindicatos minoritarios (CGT, COS, ACTUB y USOC) han convocado paros de dos horas por turno el martes y jueves de la semana que viene, en pleno Mobile. Si el referéndum se realiza antes (viernes o lunes) y los trabajadores aceptan la propuesta de la empresa, las movilizaciones se anularán.