NUEVA INFRAESTRUCTURA METROPOLITANA

Puigdemont: "Cuando gestionamos nosotros, los resultados son mucho mejores"

Viaje inaugural de las autoridades en la línea 9 sur del metro

Viaje inaugural de las autoridades en la línea 9 sur del metro / periodico

FERRAN COSCULLUELA / BARCELONA

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El 'president' de la Generalitat, Carles Puigdemont, acompañado del  vicepresidente, Oriol Junqueras, del 'conseller' de Territori, Josep Rull, y de las alcaldesas Ada Colau (Barcelona), Núria Marín (L'Hospitalet) y el primer edil de El Prat, Lluis Tejedor, ha dado por inaugurado el ramal sur de la<strong> L-9</strong>, que une la estación de Zona Universitaria con las terminales T1 y T2 del aeropuerto de  Barcelona.

Puigdemont ha subrayado que este viernes es un "día de alegría" por la inauguración de una línea "largamente esperada", que supone un "paso de gigante en la movilidad del área metropolitana" y que une importantes núcleos económicos, como la Fira y parte de la Zona Franca, con el aeropuerto. El 'president' ha aprovechado para lanzar reproches al Gobierno central. En este sentido, ha subrayado el esfuerzo que ha supuesto construir esta línea en un momento de crisis y cuando el Estado ha reducido en un 40% sus inversiones en Catalunya. "Ha sido un gran esfuerzo en un momento en que el Estado ha dimitido de sus responsabiidades" en inversiones en el país, ha señalado.

Además de la falta de inversiones, Puigdemont ha afeado al Estado los reiterados fiascos en la red ferroviaria de Catalunya y la impuntualidad en los servicios de Rodalies y Regionals contraponiéndola al buen funcionamiento de los Ferrocarrils de la Generalitat. "Cuando gestionamos nosotros los resultados para los ciudadanos son mucho mejores", ha asegurado el jefe del Govern, que ha insistido en que esos servicios ferroviarios han de ser traspasados a la Generalitat en su totalidad.

TENSIÓN CON ALBIOL Y FOMENTO

Este rosario de críticas durante la inauguración ha provocado que el portavoz del PP en el Parlament, Xavier García Albiol, abandonara airadamente el acto. También han provocado que el secretario de Estado Julio Gómez-Pomar hiciera posteriormente unas declaraciones a los medios de comunicación en las que ha defendido las inversiones que ha hecho el Estado en Catalunya en los últimos años. Ha evitado comentar las palabras de Puigdemont sobre que el Estado había dimitido de sus responsabilidades en Catalunya alegando que esas declaraciones "se comentan por sí solas".

Tampoco ha querido "polemizar" por la ausencia de la ministra de Fomento, Ana Pastor, en la inauguración, aunque ha reconocido que las invitaciones al acto "se podían haber organizado mejor". Responsables del ministerio habían denunciado un supuesto veto a Pastor, cosa que ha negado la Generalitat. En representación de Fomento ha acudido finalmente el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, que ha recibido a la comitiva encabezada por Puigdemont en la terminal T-1 del aeropuerto, a la salida de la estación de la L-9.

2.900 MILLONES Y 14 AÑOS DE OBRAS

La nueva línea, que ha supuesto una inversión de casi 2.900 millones, se estrena después de casi 14 años de obras. El ramal sur de la L-9 tiene un recorrido de 20 kilómetros y cuenta con 15 estaciones, entre ellas las situadas en la Ciutat de la Justícia, Mercabarna y la Fira Gran Via. Conectará Zona Universitaria y el aeropuerto en 32 minutos, según las previsiones de Territori.

Unos 80 trabajadores del Metro de Barcelona han aprovechado los actos de inauguración del tramo sur de la L-9, que conecta Barcelona con el aeropuerto de El Prat para protestar por el bloqueo de las negociaciones del convenio colectivo. Los trabajadores se han concentrado ante la entrada de acceso a la estación y han hecho sonar silbatos y bocinas y, ante la atenta mirada de agentes de los Mossos d'Esquadra, han desplegado una pancarta en la que se leía 'Convenio o huelga'.

La plantilla del suburbano ha convocado dos días de huelga coincidiendo con la celebración del Mobile World Congress, que se celebra en Barcelona dentro de 10 días.

Los trabajadores han sido atendidos por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que antes de la inauguración se ha acercado a los manifestantes. Estos le han transmitido a la alcaldesa que la dirección del Metro no quiere negociar y que si no se abre a dialogar habrá culpa y el ayuntamiento, le han dicho, será responsable. "No queremos hacer huelga, no queremos perjudicar a Barcelona, pero la dirección del metro debe negociar", le han insistido. Colau se ha comprometido a trasladar las peticiones de los trabajadores a la dirección de Transports Metropolitans de Barcelona.