EL TIRÓN INTERNACIONAL DE LA CAPITAL CATALANA

Marca seduce a marca

Ironman, la empresa hegemónica en la organización de triatlones, compra el Challenge Barcelona del Maresme La web oficial se equivoca de Calella y sitúa la prueba en la tierra de Josep Pla

Despiste 8Web de Ironman que promocionaba una imagen de la Calella, del Baix Empordà, equivocada.

Despiste 8Web de Ironman que promocionaba una imagen de la Calella, del Baix Empordà, equivocada.

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL
BARCELONA

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El mundillo del triatlón llevaba meses esperando la noticia porque era conocido y notorio que Barcelona iba tras el sello Ironman para que la capital catalana se uniera al selecto calendario de pruebas internacionales de esta marca estadounidense. Se confirmó la semana pasada, y el modo de introducirse en Catalunya ha sido tan racional como inteligente: comprar la empresa que organizaba en Calella el Challenge Barcelona-Maresme, competición de disciplinas y distancias equivalentes que se disputa desde hace cinco años, y cambiarle el nombre a Ironman Barcelona. Fuera por la emoción del momento o por las prisas, la web oficial del evento (foto) ilustró el tema con una idílica postal de Calella de Palafrugell, con sus coquetas calas, sus inmaculadas barcas de pescadores, sus voltes coronando el Port Bo. Por desgracia para el Baix Empordà, el Ironman no pisará esa comarca porque la Calella en cuestión es la del Maresme, como tampoco llegará a la capital catalana aunque lleve su nombre.

El cambio de denominación, el hecho de que World Triathlon Corporation haya absorbido Triatlón Spain, puede parecer una formalidad, una cuestión administrativa ajena a la competición. Los atletas están convocados el 5 de octubre para nadar, como hacían hasta ahora, 3,8 kilómetros, cubrir otros 180 en bicicleta y correr un maratón. Todo, con un límite de 17 horas. Los que quieran calentar motores pueden apuntarse al Ironman 70.3 del 18 de mayo: los mismos deportes pero la mitad de distancia.

Pero hacer todo esto bajo el paraguas de la marca Ironman es como pasar de un utilitario tuneado de la Copa Renault a un fórmula 1, con todos los respetos hacia las competiciones menores. El Ironman es la meca del triatleta, el reto que todos sueñan superar cuando entran en este deporte del que pocos logran desengancharse. Y lleva adosado un sueño solo al alcance de una élite: la prueba será puntuable para clasificarse para la copa del mundo que se celebra todos los años en la isla de Kona, en Hawái, donde todo empezó en 1978 cuando un infante de marina unió tres competiciones para encontrar al atleta perfecto.

«Destino deportivo»

El Challenge ha sido todo un revulsivo para Calella durante este lustro. Ha situado a la localidad en el mapa internacional del triatlón, y ahora, con el desembarco de Ironman, reforzará su etiqueta de «destino turístico deportivo y de calidad», como lo definió la alcaldesa Montserrat Candini la semana pasada. No debió sentarle tan bien que la empresa se equivocara de Calella a la hora de ilustrar la web, un error que se solventó al día siguiente con una imagen del faro de la otra Calella, la del Maresme, menos fotogénica pero también llena de encantos.

Que la prueba lleve como apellido el nombre de Barcelona no implica que los atletas corran o pedaleen por sus calles. Lo más cerca que rodarán de la capital será Montgat, pues la bici dará la vuelta en esta población para regresar a Calella, el campamento base.

Ironman ya está presente en Lanzarote -uno de los más duros por el fuerte viento- y en Mallorca, pero esta es la primera prueba que organiza en la Península. Una buena noticia para los responsables deportivos del ayuntamiento, que todavía se lamen la herida tras perder los XGames, que decidieron cancelar la gira de tres años porque los números no salían.