Los manteros reivindican un espacio de venta legal y estable

Puestos del top manta en el paseo Joan de Borbó.

Puestos del top manta en el paseo Joan de Borbó. / periodico

PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tras observar el cruce de balas dialéctico de los últimos días entre políticos, fuerzas de seguridad, vecinos de la Barceloneta y comerciantes de toda la ciudad, el colectivo de manteros asegura estar ahora más preocupado por que se propague una idea de confrontación social en torno al 'top manta' que por el previsible final del macrozoco de venta ilegal instalado en el Port Vell. Insisten en sus ganas de dejar la calle si hay otra opción laboral o de regularizar su actividad cediéndoles un espacio fijo y con horarios, donde pagarían una tasa "adecuada".

Así lo explican fuentes del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona, que se queja del "linchamiento" al que se ven sometidos por una parte de la opinión pública, que busca, opinan, "represión y más racismo". El colectivo rechaza la movilización comercial de esta semana bajo el argumento de que "no son pequeños comerciantes sino grandes empresas" que junto a políticos de derechas y grupos políticos les han criminalizado.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Sindicato Popular de Vendedores ambulantes de Barcelona","position":null,"text":"Se habla de echarnos como a basura, pero el espacio p\u00fablico ya se ha privatizado hace tiempo con los restaurantes. Nosotros lo replanteamos. Nos preocupa que alguien intente\u00a0enfrentarnos entre pobres"}}

El plan de acción presentado por el ayuntamiento les desconcierta. Aprecian "titubeo" en el gobierno de Colau, al que ven ceder ante la presión "mediática y de los partidos de derechas". Ya no ven claro que cuenten con su apoyo para mejorar sus condiciones de vida. La misma fuente aplaude los 40 planes ocupacionales (para otras tantas personas) planteados por el consistorio, porque aprecian "cualquier iniciativa laboral", aunque se quejan de que la cifra es "anecdótica" ante el volumen del fenómeno.

Entre las opciones que plantean figuran un cambio normativo que permita "coexistir" a su actividad económica, y tener un espacio de venta legal y estable, pagando una tasa. Aseguran que encontrarían la manera de revertir la venta de falsificaciones hacia otro producto. También sugieren que cada entidad de comerciantes sublevada contrate solidariamente a manteros.