MANIFESTACIÓN

Los manteros denuncian que Ada Colau los ha traicionado

Manteros

Manteros / JOAN PUIG

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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Un 'mercadillo rebelde' se asentó la tarde del sábado frente a fuente de Canaletes y también en el acceso subterráneo de la estacion de metro de Plaza Catalunya como acto de protesta ante la política "represiva" emprendida por el gobierno municipal para combatir la venta ambulante. Se trata de una protesta que ya se ha producido varias veces en fin de semana. El comisionado de Seguridad, Amadeu Recasens, declaró a finales del 2015 que el ayuntamiento no piensa tolerar «zonas de venta ilegal descontrolada». Para mostrar su disconformidad y denunciar la precariedad de sus condiciones laborales, unos 60 manteros extendieron en este concurrido enclave unas telas repletas de imitaciones de marcas de zapatillas de deportivas, gafas de sol, relojes, calzoncillos, camisetas con el escudo del Barça, bolsos, billeteros y palos de selfie. 

El Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona anunció su intención de instalar el 'mercadillo rebelde' en La Rambla una vez por semana porque sus socios se sienten "traicionados" por Barcelona en Comú. Lamine Sarr leyó en plena calle un manifiesto, arropado por su compañeros manteros y por otras agrupaciones solidarias, como la entidad el Espacio del Inmigrante. "Hemos sido engañados y utilizados por el gobierno municipal. Nos hizo creer que buscaríamos salidas sociales y laborales al conflicto, pero solo querían ganar tiempo para preparar la persecución y la represión, la misma estrategia a la que en julio del 2013 recurrió Xavier Trias con los chatarreros de las naves de Poble Nou", argumentó Sarr.

EN EL AIRE LA COOPERATIVA SOCIAL

Según los datos sumnistrados por este sindicato que agrupa a 250 inmigrantes, el consistorio solo ha ofrecido 10 plazas y supuestamente 40 más en el transcurso de un año dentro de lo que sería una cooperativa social. "Hasta día de hoy no han llamado a ni un solo mantero. Los de servicios sociales nos repiten que este proyecto se materializará algún día, pero nadie sabe cuándo", lamenta el portavoz de esta entidad, que recuerda que los manteros se han ofrecido a pagar tasas y a vender sus productos los fines de semana en puntos concretos de la ciudad.

"Queremos trabajar, no buscamos el asistencialismo de las instituciones", señaló Sarr. A su lado, Daonda Dieye asegura que los manteros no venden droga. "No somos delincuentes", repiten todos en sus intervenciones, recordando que los enfrentamientos entre ambulantes y agentes en Barcelona crecieron tras los altercados de Salou en agosto. "No hay semana que no pase dos días en el calabozo", contó Sarr.

Maria Rovira, concejal de la CUP, participó en la protesta para criticar la "política de represión" emprendida por Ada Colau. "El miedo no es la solución. Creemos en la vida digna de las personas. Ya está bien de racismo institucional", declaró la edil. Joaquim Forn, portavoz del grupo municipal de CiU, enfoca la cuestión de un modo muy distinto al de Rovira. Forn hizo unas declaraciones a Efe lamentado que la Guardia Urbana "no pudo en esta manifestación en la Rambla actuar contra los manteros porque el ayuntamiento ha decidido que no actúe", lo que en su opinión es un "error muy grande".