FESTIVAL DE ARQUITECTURA

Las mansiones de la Diagonal acaparan las colas de 48 H Open House

Los visitantes de 48 H Open House contemplan la escalinata de la Casa Mas de Miquel, en la Diagonal.

Los visitantes de 48 H Open House contemplan la escalinata de la Casa Mas de Miquel, en la Diagonal. / ALBERT BERTRAN

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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Tres señoriales edificios de la Diagonal, entre las calles Tuset y Balmes, han sido este fin de semana las estrellas de la séptima edición del festival de arquitectura 48 H Open House, que ha superado las 60.000 visitas. En este tramo, la avenida se ha llenado de largas colas ante el Círculo Ecuestre, selecto club privado ubicado en la mansión Pérez Samanillo; ante la Casa Sayrach, símbolo del modernista tardío, y ante la Casa Mas de Miquel, que albergó al Hotel Diagonal Tuset.

Elisenda Bonet, directora de 48 H Open House, valora que los distritos de Sarrià-Sant Gervasi, Les Corts y Gràcia han hecho "un gran salto cualitativo" en esta edición, en la que se ha rendido homenaje al desaparecido estudio arquitectínico de Pedro López Iñigo, Guillermo Giráldez y Xavier Subías con itinerarios por las facultades de Derecho y de Economía. "El éxito de la Diagonal responde a que el público puede entrar en casas patrimoniales que esconden grandes historias detrás de sus paredes. Es como contemplar de cerca una valiosa antiguedad", compara Bonet.

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El récord absoluto de visitas recae en la Casa Sayrach, aunque solo se podía acceder a sus espectaculares vestíbulos. "2.000 personas han podido entrar a este edificio situado en la esquina de Diagonal con Enric Granados", informa Bonet. Las colas duraban, como mínimo, 45 minutos.

Ana Ibarra, una de las arquitectas voluntarias, explica que las preguntas más repetidas en todos los grupos es saber quién es el propietario de la finca y qué personas viven allí. Son datos privados, que no tienen respuesta. "Es un modernismo especial y desconocido", considera Ibarra, que tiene a los visitantes con la cabeza alzada observando los motivos marinos que decoran un techo de la entrada de Enric Grandos con claras influencias gaudinianas. "Me hubiera encantado entrar en una de las viviendas", admite Lluís Cortes, uno de los visitantes.

LA PECERA DE BARCELONA

La Casa Pérez Samanillo, obra del arquitecto Joan Josep Hervàs i Arizmendi, es un clásico de este festival que convierte a Barcelona en un gran museo de arquitectura. Al Círculo Ecuestre solo pueden acceder los socios y sus acompañantes, por ello despierta tanto interés este majestuoso edificio conocido popularmente como la pecera de la ciudad, por el gran ventanal 'art nouveau' de la sala de los Reyes que da a la Diagonal. Laia Chic, la guía, explica por qué. "El periodista Ignacio Agustí escribió en el semanario 'Destino' una sutil pero dura critica dirigida a los nuevos ricos que eran socios del círculo durante la pobreza de la posguerra. Dijo que los peces gordos viven en la opulencia mientras miran a los pobres por esa ventana. No se lo perdonaron", cuenta Chic.

La lista de los inmuebles más visitados incluye la torre de Bellesguard, la tercera obra de Antoni Gaudí que participa en esta cita sin cerrojos, donde el acceso es gratuito y guiado por expertos en Arquitectura o en Bellas Artes. Las otras dos construcciones del célebre arquitecto altruistas con este encuentro son el colegio de Las Teresianas, aunque este año por vez primera no ha participado, y las caballerizas de la finca Güell en Pedralbes, que abrieron sus puertas solo el sábado.

La nueva Sala Beckett, rehabilitada por los arquitectos Flores & Prats, la azotea del Arc de Triomf, el Recinte Modernista de Sant Pau, las Torres Venecianes, la antigua fábrica Damm, el depósito de aguas del Rei Martí y el Palau Macaya son otros de los lugares más solicitados de esta edición, en la que la lluvia del sábado por la mañana hizo que muchos visitantes renunciaran a las actividades previstas. En Badalona, la ciudad invitada, ha triunfado la Fábrica de Anís del Mono, un tesoro modernista que conserva la antigua sala de destilación, con un total de 1.200 visitas, más incluso que la torre Bellesguard, que ha recibido a 760 personas.