Manifiesto de seis alcaldes contra las molestias que causan los aviones de El Prat

Los municipios reclaman mayores compensaciones para los casos en que el ruido sea injustificado

CARLES COLS / BARCELONA

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La puesta en escena era en este caso parte del mensaje. El plató es un restaurante de Gavà situado en primera línea de mar. Las olas rompen en la playa en un día nublado. Algunos rayos de sol iluminan la terraza a través de las nubes. Es una postal relajante. Pero cada tres minutos, a veces cada menos rato, se escucha el crujido constante de un avión que despega de El Prat. La escenografía es el mensaje.

Seis alcaldes afectados por las rutas de despegue y aterrizaje del aeropuerto de Barcelona (entre ellos, no el de El Prat) han firmado un manifiesto para reclamar que las autoridades aeroportuarias pulan las maniobras que realizan los aviones con el objetivo de reducir aún más las molestias que sufren los vecinos. Los alcaldes de Castelldefels, Sant Boi, Gavà, Viladecans, Begues y Sitges reclaman que el aeropuerto compense económicamente a los municipios con mayores aportaciones e, incluso, reivindican que se establezca un criterio de sanciones para aquellos casos en los que no está justificado que los aviones sobrevuelen a baja altura zonas habitadas.

Hace 10 años ya se alcanzó un primer acuerdo entre el aeropuerto de El Prat y los ayuntamientos. La mejora fue notable, pero no suficiente. Los aviones despegan mayoritariamente en dirección al mar. Solo durante el acto de presentación del manifiesto, firmado en la terraza de un restaurante junto a la playa de Gavà, han despegado no menos de 20 aviones. No todas las aeronaves pueden realizar ese giro. El criterio general acordado hace 10 años prevé que como mínimo un 85% de los vuelos utilicen la técnica menos lesiva para los barrios cercanos al aeropuerto. A veces, las condiciones meteorológicas lo impiden. El problema, desde la perspectiva de los alcaldes, es que las excepciones no siempre están justificadas. Por eso, la alcaldesa de Gavà, Raquel Sánchez, no ha descartado la imposición de multas para ocasiones así.

PENDIENTES DEL NUEVO MINISTRO

El propósito de los alcaldes es que, una vez que Mariano Rajoy obtenga el aval parlamentario para repetir como ministro y elija gobierno, el nuevo ministro de Fomento encuentre sobre su despacho ya la petición de una revisión de los protocolos de funcionamiento del aeropuerto de El Prat. Cada municipios tiene sus particularidades. Sitges, por ejemplo, sufre más las maniobras de aproximación que los despegues. Begues, por su parte, es un municipio silencioso, sin industria y sin grandes vías de comunicación terrestre. Allí el paso de los aviones a baja altura perturba la tranquilidad.

En cualquier caso, ninguno de los alcaldes ha planteado la firma del manifiesto como una declaración de guerra contra el aeropuerto. Todos, como ha explicado Carles Ruiz, alcalde de Viladecans, se benefician de la presencia de las instalaciones. Es un imán de empresas. Pero creen que los canales de comunicación entre ambas partes están obturados. La mesa de coordinaci''on hace cuatro años que no reúne.