MALESTAR EN EL RAVAL

Los vecinos de Robador llevan la queja sobre la prostitución hasta la comisión

Una prostituta observa el paso de dos guardias en la calle de Robador, ante la Filmoteca, el pasado marzo.

Una prostituta observa el paso de dos guardias en la calle de Robador, ante la Filmoteca, el pasado marzo.

CRISTINA BUESA / BARCELONA

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El malestar de los vecinos de Robador y la plaza de Salvador Seguí ha llegado este miércoles al ayuntamiento. Lo ha hecho en forma de comparecencia de la concejala de Ciutat Vella, Gala Pin, reclamada por CiU y PSC, y también físicamente, cuando una decena de residentes en la zona han desplegado pancartas en la comisión de Presidencia, Derechos de Ciudadanía, Participación y Seguridad en la que se denunciaba que el gobierno de Ada Colau ha puesto "en venta" el barrio.

La edila ha comenzado su intervención admitiendo lo que denuncian los ciudadanos, pero ha subrayado que los conflictos por el "uso intensivo" del espacio público "con ruido, suciedad y problemas de convivencia" vienen de lejos. Por eso ha relacionado las medidas que se habían impulsado en el mandato anterior de CiU y ha destacado las que siguen implementando.

MEDIACIÓN DE CONFLICTOS

Pin ha anunciado que el servicio de mediación de conflictos se instalará en el Raval sur y que se creará una mesa específica para afrontar qué se hace con los pisos vacíos. No obstante, ha advertido, aunque haya la percepción de que la prostitución ha aumentado en la zona, la agencia Hàbits, que trabaja en este ámbito, les asegura que no es así.

Pero las palabras de la responsable municipal no han satisfecho a la concejala de CiU Mercè Homs, predecesora de Pin en el cargo y actual presidenta del distrito, que ha denunciado la "inacción" del gobierno de Barcelona en Comú (BC) que ha provocado que los problemas se hayan agravado en los últimos tiempos "tal como denuncian los vecinos".

URBANA DESAPARECIDA

Una decena de ellos han seguido el debate en la comisión y han desplegado carteles. Después, ya fuera de la sala, han advertido de que "por cuestiones ideológicas" la Guardia Urbana ha desaparecido del barrio y últimamente deben lidiar con peleas, drogas e inseguridad, según Cristian S., que vive en la calle de Robador.

Este mismo vecino ha recordado que desde hace meses temen que el consistorio acabe impulsando un burdel público en su calle, en un edificio del número 25. "Las explicaciones de Pin han sido improvisadas y contradictorias", ha lamentado. De hecho, la concejala no ha respondido a la comisión sobre esa intención municipal aunque posteriormente ha asegurado que de momento no tienen una petición formal sobre la creación de una cooperativa de prostitutas en ningún inmueble y que cuando les llegue ya la estudiarán.

PROTECCIÓN DE MENORES

El líder del PSC, Jaume Collboni, que también había solicitado la comparecencia de Pin, ha insistido en que el ayuntamiento debería garantizar la protección de los menores de la prostitución. También ha recordado que su partido es contrario a que se multe a estas mujeres.

Tanto Paco Sierra (Ciutadans) como Àngels Esteller (PP) han insistido en que se aplique la ordenanza de civismo. Por su parte, en el otro extremo, el edil de la CUP Josep Garganté se ha quejado de que lo que ocurre en Robador es "un arma política" y que lo que provocan estas quejas es que se "criminalice a los pobres".