Los vecinos rechazan el Port Vell de lujo pactado por CiU y PP

El polémico plan para convertir el actual puerto deportivo del muelle de la Barceloneta en una marina exclusiva para megayates de lujo de grandes dimensiones será aprobado definitivamente hoy en la comisión de Hábitat Urbano gracias al apoyo que dará el PP al gobierno en minoría de CiU. En las últimas semanas, ambos partidos han negociado algún cambio para atenuar el notable impacto en el litoral de una instalación que rechazan tanto los grupos de izquierda del PSC e ICV, como la Plataforma Defensem el Port Vell que reúne a 35 asociaciones de vecinos y entidades ciudadanas.

La plataforma reafirmó ayer su oposición al polémico plan acusando al gobierno de CiU de «gobernar de espaldas a las necesidades de la ciudad y al patrimonio marítimo y de cara a unas inversiones que solo beneficiarán a unos pocos grupos empresariales». Este conjunto de entidades aseguró en un comunicado que el plan especial «no está justificado por ningún interés general» y en cambio da paso al uso «exclusivo y excluyente» de uno de los espacios emblemáticos del litoral de Barcelona.

REDUCCIÓN DE AMARRES / El proyecto que impulsa, con una inversión de 30 millones, la actual concesionaria del puerto deportivo del Port Vell, el grupo inglés Salamanca, prevé reconvertir los 410 amarres actuales para pequeñas y medianas embarcaciones de hasta 30 metros en 166 puestos para superyates de lujo de entre 90 y 120 metros. El plan incluye edificios de servicios y una valla.

Los cambios introducidos en el plan, que la plataforma no considera «los más sustanciales», deberían reducir la barrera visual de hasta 10 metros de alto que crearán estas naves. Lo harán dejando algún espacio entre ellas y limitando la plena ocupación del puerto a los días con acontecimientos especiales en la ciudad.

El proyecto también incluye la creación de un servicio de transbordadores entre el muelle de Espanya y el de la Barceloneta para enlazar el Maremàgnum con el paseo de Joan de Borbó.