SECTOR CLAVE

Los valientes (comerciantes) del barrio

Pequeños emprendedores se abren paso en los ejes comerciales de La Marina, Nou Eixample y el Poble Sec i Paral·lel, que ahora se han aliado

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Patricia Castán / Barcelona

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Los años de la crisis vaciaron los bolsillos de muchos compradores de baja y media capacidad adquisitiva y, en efecto dominó, se llevaron por delante numerosas tiendas de pequeños emprendedores en Barcelona. Será difícil volver al nivel de actividad comercial de años anteriores, pero quienes se atreven a intentarlo tienen muchas más posibilidades de sobrevivir si levantan la persiana en una zona comercial consolidada, si son profesionales de su ámbito y si van de la mano de servicios y redes sociales online.

Este caldo de cultivo es mucho más fácil si uno se alinea en un eje comercial estructurado, opina Salva Vendrell, de la Fundació Barcelona Comerç, que aglutina ya a 20 ejes no turísticos. Explica que para conseguir afiliados en cada zona es necesario "aportar servicios más personalizados y mejor asesoría" y ayudas a sus socios. Hay quien no tiene formación ni recursos para dar el salto digital, imprescindible ya hoy en día para ser competitivo, evalúa.

Los últimos tres ejes en sumarse a la fundación de ejes de barrios no es que vivan un momento especialmente boyante de crecimiento comercial, pero sí tienen una trayectoria consolidada, trabajan en su promoción y dinamización y están liderados por sangre joven, con ganas de incentivar la actividad. Especialmente llamativo es el caso de La Marina (en la Zona Franca), donde en torno al epicentro del paseo de la Zona Franca conviven unos 300 comercios y restaurantes, de los que 83 están asociados al eje que preside Iván Ruiz.

Este empresario siente que formar parte de una red de ciudad como Barcelona Comerç les ayuda a "ser más escuchados" por las administraciones y darse a conocer. Y no será por falta de trayectoria, ya que el germen de la entidad -con el nombre de Zona Franca- se remonta a 1989 de la mano de los hiperactivos vendedores de la calle de Alts Forns. Durante aquellos primeros años nadie habría imaginado ni en sueños la reciente apertura de un Burger King en el paseo. Que una gran cadena aterrice en un barrio lastrado por la eterna espera de la implantación del metro es una buena señal, dice Ruiz.

Llegan los 'burgers'

En el paseo de la Zona Franca, uno de los últimos negocios abiertos es Nou Espai, con los hermanos Francesc y Xavier al mando. Su juventud (33 y 24 años) no impide que acumulen experiencia en el sector de las reformas y que su aventura vaya viento en popa gracias al resurgir inmobiliario de la ciudad. "Sobre todo tenemos clientes del barrio, porque aquí -junto al mercado- hay mucha vida y mucho negocio de proximidad", presume el mayor, más centrado en los proyectos y obras, mientras su hermano lleva la batuta comercial.

En el mismo distrito de Sants-Montjuïc, intenta crecer el eje Poble Sec-Paral·lel, con 110 asociados hasta la fecha y un esfuerzo por integrar la policromía de nacionalidades que esconden sus tiendas. Manel Tort, a la cabeza, destaca que el suyo es un caso singular porque la gastronomía supone casi la mitad de la oferta. Y tiene claro que la nueva oferta de comercio online y la proximidad del centro hacen que sectores como la moda no cuajen en su barrio, aunque sí hay pequeños milagros como la apertura de negocios cada vez menos frecuentes, como la Ferreteria Vera de la calle de Ricard. Aunque el meollo esté en Blai, Poeta Cabanes, Olivera, Roser i Salvà.

Por extensión territorial, el eje Nou Eixample (integra la Nova y Antiga Esquerra de l'Eixample, excepto el Gayxample) aglutina 3.377 negocios en planta baja, aunque la asociación cuente de momento con 200 socios. Su principal problema es que la enorme área no tiene una calle principal comercial especialmente destacada o de paseo, pero sí un rápido índice de reposición comercial, explica Sergio Moral. Entre las más recientes, la de ropa infantil Petit Pijama en Rosselló, 38, porque si de algo presume esta asociación es de gran variedad de oferta, y fuera del monopolio de las grandes cadenas. La zona, además, integra núcleos en los que se prevé una remontada comercial, como en el entorno de la recién clausurada cárcel Modelo.