"Fue terrible, un susto enorme"

Al entrar en el tanatorio de Gavà, una pantalla advierte de que lo más importante es respetar la intimidad de los familiares que están reunidos para que el último acto de un ser querido sea una emotiva despedida. Es un espacio de silencio, de pasos pausados, de duelo y de lágrimas, donde nadie espera que un coche de la policía local acabe empotrado en la valla de la entrada con un sargento al volante herido grave de una bala en el cuello y otro agente en el asfalto con la pierna sangrando. Y ni mucho menos que la alarma de peligro se dispare cuando empiezan a circular 'twitters' que hablan de un "posible atentado terrorista" ante ese velatorio perdido entre naves indrustriales, un móvil que la policía desestimó pocas horas después.

Isabel Martín se encontraba dentro del tanatorio para asistir al funeral de una prima cuando oyó un estruendo que le heló la sangre. "Todos salimos fuera a ver qué había pasado y entonces vimos al coche que había reculado por los disparos hasta chocar contra la valla y a las víctimas. El vehículo del fugitivo ya había salido a toda velocidad. Fue un susto enorme. Terrible", cuenta la señora, que tuvo que permanecer horas esperando a que los 'CSI' de la policía catalana terminaran la búsqueda de pruebas, manchas y municiones, ya que una bala había ido a parar al capó de su coche estacionado cerca del lugar del tiroteo.

EN UN POLÍGONO

Un trabajador del polígono Camí Ral asegura que el detenido ha disparado en cinco ocasiones. "Las ambulancias y los coches de los 'mossos' no tardaron en llegar", comenta el joven, que no quiere que su nombre salga publicado. Mientras, los médicos de urgencias vuelan para entrar los heridos en las ambulancias, los agentes protegen con cintas ese trozo de la calle del Ferrocarril y parte de la esquina con Isaac Peral para que nadie distersione las pruebas.

Dos policías comentan que lo que ha pasado en Gavà es inusual en ese tranquilo municipio conocido por sus playas y las mansiones de los jugadores del Barça. "Lo último que se imaginaban los agentes heridos es que el hombre al que le pidieron que se identificara les sacara una escopeta y empezara a disparar. Son agentes locales, acostumbrados a delitos menores", señalan, muy afectados.   

Hacia las cinco de la tarde, llega Raquel Sánchez, alcaldesa de Gavà, para explicar a la prensa, en un plató improvisado en la acera, que la policía descarta que se trate de un atentado terrorista, que está siguiendo la pista de diversas líneas de investigación. Más tarde se sabe que el detenido es un veterinario, que está vinculado con el crimen del pasado 3 de julio de un hombre en Miami Platja, en Montroig del Camp (Tarragona), cuyo cadáver se velaba precisamente en el tanatorio de Gavà. Parece una secuencia de una película de suspense. 

UN HOMBRE SOSPECHOSO

La alcaldesa prosigue detallando que los dos policías locales se habían desplazado a esta zona alertados por una empresa cercana que llamó advirtiendo de que hacía rato que observaban a "un individuo sospechoso, con actitud extraña, de tez oscura, con poblada barba y con una bolsa negra rondando por el tanatorio", dice la política socialista sobre el hombre de nacionalidad española que media hora más tarde fue herido y detenido en Canyelles.

Sánchez ha agradecido la rápida actuación policial de los Mossos d'Esquadra y se ha dirigido hacia el hospital de Bellvitge para dar apoyo a los familiares de las dos víctimas que en esos momentos entraban en los quirófanos. El sargento mucho más grave, por lo que todos están muy preocupados. Pasan horas hasta que la policía informa de que los médicos han logrado salvarle la vida en la sala de operaciones. Es la mejor notícia del día.