NOVEDAD EDITORIAL PARA LA RECUPERACIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA

Los SMS de la guerra civil

Un libro reúne telegramas y sanciones de los trabajadores de Telégrafos en Barcelona durante la guerra civil La recaudación de su venta será destinada al comedor social de Sant Adrià

Frente a Correos 8 Pedro de la Prada, autor del libro sobre los telegrafistas barceloneses durane la guerra.

Frente a Correos 8 Pedro de la Prada, autor del libro sobre los telegrafistas barceloneses durane la guerra.

HELENA LÓPEZ
BARCELONA

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Advertencia: esta no es otra historia de un jubilado con maña. Sí, Pedro de la Prada se ha jubilado recientemente, pero ese no es un hecho clave en esta narración. De la Prada inició su investigación mucho antes. Lo importante de este hombre curioso no es su situación laboral, sino la profesión a la que dedicó su vida: trabajador de Correos. Como su padre, y sus abuelos. «Ellos trabajaban en Telégrafos. Antes estaba separado», precisa el autor de Expediente KDO, libro en el que recopila una selección de telegramas y de expedientes abiertos a los trabajadores de Telégrafos de Barcelona durante la guerra civil solo por trabajar para la República.

El detalle no es baladí, es clave en la historia. Pese a que el libro se centra en los expedientes abiertos en la capital catalana, la idea del libro nace como un homenaje a su padre, trabajador de Telégrafos en Sevilla, sancionado durante 30 años, quien, tras la tenaz espera, se reincorporó, digno, al puesto.

Los telegrafistas fueron testigos privilegiados de la historia, encargados de transmitir órdenes y noticias. Pero, ¿qué significa KDO? De la Prada responde leyendo del prólogo las palabras de Alfonso Cid-Fuentes, jefe de tráfico de telégrafos en Barcelona: «La historia del telégrafo es la historia de una lucha constante por conseguir más rapidez en la comunicación escrita». Así, para ir rápido, y como el telegrafista nunca sabía quién estaba al otro lado, si hombre o mujer -había muchas mujeres en el oficio-, se interpelaba al otro como KDO, es decir querido, décadas antes de los SMS y los wasaps.

Oficio femenino

De la Prada pone énfasis en eso de que el oficio de telegrafista era principalmente femenino. Su abuela lo era. La madre de su padre, Concha, trabajó en Telégrafos en Sevilla hasta el inicio de la guerra. «Fue sancionada y sufrió un traslado forzoso a Barcelona», explica en la penúltima página del libro, que apenas tiene texto. «Los documentos tienen suficiente fuerza por ellos mismos. No hacía falta apuntar mucho más», explica.

No le falta razón. Uno de los principales valores del libro es, precisamente, que la mayoría de sus documentos eran inéditos hasta ahora. Perdidos en los archivos de Correos. Un ejemplo: «Tengo el sentimiento de comunicar que el día 19 del mes actual falleció víctima del bombardeo de aviación que sobre esta ciudad llevaron a cabo los facciosos a las 11.50 de la mañana la telegrafista Doña Santiaga Amor Montoya Muñoz». Telegrama firmado en Barcelona, a 25 de enero de 1938. El 23 de febrero del mismo año, el libro recoge otro telegrama con la suspensión de empleo y sueldo, «preventivamente, en virtud de las vehementes sospechas de acentuado derechismo que pesaban sobre el funcionario».

Tienen especial valor los telegramas de la posguerra, con los expedientes abiertos a los transmisores de los telegramas de la guerra, como uno firmado el 12 de abril de 1942 en el que Juan Vich Parets se defiende de la acusación de haberse parado a hablar «con un rojo». «Cierto es que delinquí al salir estando de servicio, bien fue por el doble motivo de ir a buscar la merienda olvidada y al mismo tiempo conocer el estado de mi padre. Me interesa hacer constar que no mantengo relaciones con el rojo con el que me vieron hablar, a quien conozco muy superficialmente y la única simpatía que a él me une es la derivada de ser ambos mallorquines».

Los beneficios de la venta del libro se destinarán al comedor social de Sant Adrià del Besòs.