El coste de apostar por el transporte privado

Los párkings más caros de Barcelona están en los hospitales

Un vehículo accede al aparcamiento de la Corachan, el viernes.

Un vehículo accede al aparcamiento de la Corachan, el viernes.

CARLOS MÁRQUEZ DANIEL
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En lo último en lo que se piensa es en el bolsillo porque la salud siempre es lo primero. Cuando uno va a un hospital en coche y lo deja en el aparcamiento del centro sanitario, lo que vayan a costar esas horas no importa demasiado. Acompañar o visitar a un ser querido enfermo trasciende a cualquier detalle monetario. Pero cuando se recoge el vehículo, el cajero automático escupe un escalofriante precio que pone los pies en el suelo. Un precio muy por encima de la media. Un precio incluso de récord local. Conclusión: aparcar en los hospitales, sobre todo los privados, sale muy caro, aunque la salud siga siendo lo primero.

La mayoría de centros visitados por este diario tienen un párking gestionado por una empresa privada que, al parecer, se creó expresamente para explotar este negocio. Todos cobran por minutos y ofrecen un pago máximo por 24 horas de estancia al que pocos se acogen. Todos, menos el del Hospital de Barcelona, cuentan con una garita en la que un tipo se encarga de resolver dudas y orientar a los clientes, como el que vigila el aparcamiento de la Quirón. No tiene coche porque con los niños ya mayores, tiene suficiente con la moto. Explica que algunos usuarios se quejan del precio. «Aunque hoy en día todo nos parece mal», precisa . Con 444 plazas, este párking sale por 3,84 euros la hora, 0,064 euros el minuto, con un máximo diario de 27 euros. Marta y su madre han ido a visitar al abuelo. Han pasado 102 minutos en la habitación y les sale a pagar 6,53 euros. «Juegan con la necesidad, con que aquí cerca no hay zona azul, por eso te pegan estas clavadas». ¿Y por qué no han venido en metro? Dicen que no conocían las combinaciones de transporte público. Y que por eso y han optado por el vehículo privado.

POR DELANTE DE TUSET / El aparcamiento más caro es el de la Corachan. La friolera de 0,070 euros del minuto uno al 15 y 0,065 euros a partir del 16. La hora sale por 3,975 euros con un límite diario de 22 euros. El precio de la primera hora es, probablemente, el más elevado de la ciudad. Recuerden que la zona azul les sale por 2,50 euros, que tampoco es ninguna baratija. Y si quieren otra buena comparación, el aparcamiento subterráneo bajo el paseo de Gràcia cuesta 2,85 euros la hora, y el de la Illa Diagonal, 2,60. Incluso el que muchos apuntan como uno de los más caros de la ciudad, el del skating de Roger de Flor, sale algo más barato que la Corachan. La Teknon, la clínica que todo el mundo asocia con la gente pudiente de Barcelona, también exige un riñón por hora (3,30 euros), pero también se sitúa por debajo. La Corachan supera incluso a aparcamientos situados en zonas acomodadas, como el Turó Park o Tuset, con tasas que no superan los 3,90 euros cada 60 minutos.

La ausencia de transporte público podría servir como excusa para coger el coche, pero lo cierto es que todos los centros sanitarios tienen alguna opción de bus, metro o ambos. En momentos complicados, es lógico buscar la comodidad, la inmediatez que ofrece el automóvil, sin los apretones de TMB. Y de ello parecen aprovecharse los gestores de estos servicios subterráneos por los que cada día pueden pasar más de 3.000 vehículos. Todos, a excepción de la Teknon y, en menor grado, la Corachan, tienen una parada de metro cerca (ver gráfico); y todos, sin excepción, disponen de numerosas paradas de bus. Seguro que la futura red ortogonal de autobuses, cuando llegue a partir de octubre con las cuatro primera líneas, será de gran ayuda para que los barceloneses apuesten por un servicio que quiere ser más ágil, entendible y eficaz. Rara es la ocasión en la que el hospital está cerca de casa. En los trayectos habituales todo el mundo tiene controlada la línea que va al centro o a la oficina. El hospital es otra cosa, es un lugar al que se va cuanto menos mejor. Puede que esté en la otra punta de la ciudad, o incluso en  la localidad vecina. En cualquier caso, requiere explorar terreno desconocido cuando menos apetece.

DESCARTE INMEDIATO / María Carmen, por ejemplo, no coge el metro porque se hace un lío. Aunque su marido lleva un par de semanas ingresado en el Hospital de Barcelona y ya empieza a familiarizarse con el entorno, sigue optando por el coche. Viven en la Zona Franca e hizo una intentona de ir en el subterráneo. «Tenía que coger un bus hasta plaza de Espanya y ahí esperar a la línea 3 para parar en Maria Cristina. Lo descarté al instante», dice. Cada día, sobre las 10 de la mañana, empieza a husmear las calles en busca de zona azul. Los días que no tiene suerte, lo mete en el párking no sin antes refunfuñar sobre el precio. «Es muy caro, demasiado, creo que a los familiares directos deberían hacernos una rebaja o regalarnos un par de horas gratis», solicita.

En el de la Vall d'Hebron, el precio viene marcado por el Institut Català de la Salut. Resulta raro que alguien en el ICS valore a cuánto está el kilo de párking. Pero así es y seguro que los usuarios lo agradecen, puesto que tiene la factura más baja, con 0,0427 euros el minuto, 2,562 euros la hora. El responsable sostiene que solo se incrementa el IPC anual e invita a pensar en las diferencias con un centro comercial. En los templos del consumo, muchos aparcamientos son gratis porque el usuario ya ha gastado. En el hospital, en cambio, visitar a un ser querido no cotiza.