INICIATIVA DE FORMACIÓN COLABORATIVA

Los otros emprendedores

Presentación del curso 8 Posibles alumnos de Estàrter, la pasada semana en la Fabra i Coats.

Presentación del curso 8 Posibles alumnos de Estàrter, la pasada semana en la Fabra i Coats.

HELENA LÓPEZ / BARCELONA

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En una época de crisis ya prácticamente estructural como la actual, los cursos para emprendedores  están a la orden del día. No hay ayuntamiento que se precie, por pequeño que sea, que no ofrezca algún taller para enseñar a hacer un plan de negocio. Para animar a sus vecinos a liarse la manta a la cabeza y emprender. Estàrter es una propuesta formativa impulsada por la Escola de l'IGOP (Institut de Govern i Polítiques Públiques de la UAB) también para emprendedores, pero de todo tipo. Su coordinador, Álvaro Porro, la define como un triángulo de tres vértices: empresas y cooperativas de economía solidaria; movimientos sociales y asociativos y universidad. Se trata de un curso que, huyendo de la lógica capitalista, ofrece «herramientas prácticas y conocimientos para promover proyectos colectivos en entornos basados en lógicas de colaboración».

Como los cursos para emprendedores al uso, Estàrter va dirigido tanto a personas que ya tienen un proyecto en marcha o una idea de proyecto, como para aquellas a las que les gustaría lanzarse pero aún no saben por dónde empezar. «Se trata de ir acumulando fuerza, ideas, inspiración y herramientas. Ya sea para ganarse la vida, o para transformar nuestro contexto, o para experimentar con otras posibilidades. Es una propuesta donde ponemos en valor el bagaje, las prácticas y la experiencia de espacios universitarios, movimientos sociales y asociativos, entorno cooperativista y de economía solidaria» explica.

Pese a seguir lógicas opuestas, Estàrter comparte vocabulario con las escuelas de negocios convencionales. Desde el nombre, Estàrter, que bien suena a Esade, hasta términos como coworking (espacio físico compartido por proyectos distintos para optimizar recursos). También tiene términos que definen su esencia, como la formación colaborativa, bautizado como Arremangar-se, espacio de «autogestión y aprendizaje colectivo».

Otra cosa que hace distinta a esta suerte de Esade de las cooperativas -cuenta con profesores que son referencia no solo local en el mundo asociativo y de la economía solidaria- es su forma de pago. Una parte de la matrícula se paga en forma de contribución. Es decir, a través de una aportación que cada participante ha de hacer al espacio de formación colectiva. Desde un taller, la presentación de una herramienta o recogida de información.   El diseño de la iniciativa se lleva a cabo por miembros de proyectos como Can Masdeu, la Federació Catatala d'ONG o la cooperativa Fil a l'agulla.

El curso pasado, en su primera edición, participaron Ada Colau y Lucía Martín de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que explicaron cómo ha sido la experiencia organizativa en la PAH desde su fundación, representantes de las bancas éticas Fiare y C oop57 para explicar buscar financiación ética para los proyectos; responsables de comunicación de Som Energia y Amnistía Internacional para aprender a comunicar los proyectos. La segunda edición empezará después de Navidad, pero ya se han abierto las inscripciones y realizado presentaciones. La última, la semana pasada en la Fabra i Coats en la Fira de l'Economia Solidària.