SECTOR TURÍSTICO

Los guías sin carnet tienen en el barrio Gòtic su mina de oro

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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Los guías turísticos oficiales, acreditados por la Generalitat, son un reducido colectivo de 1.050 personas que acusan a los operadores de visitas gratuitas (los que piden propina al final del recorrido) «de competencia desleal» al trabajar «a sus anchas y sin declarar beneficios», sobre todo por las calles del barrio Gòtic. Esa zona de Ciutat Vella, llena de plazas donde admirar monumentos, es vía pública, por lo que se puede conducir a un grupo de turistas sin disponer de la acreditación que se exige en conjuntos históricos declarados bien cultural de interés nacional por el Departament de Cultura de la Generalitat.

«El Gòtic es el epicentro de nuestras reivindicaciones, ya que se trata de un recinto histórico que debería estar protegido del intrusismo profesional de los guías piratas, que no declaran ingresos ya que viven de cobrar propinas sin mediar facturas ni pagar impuestos y revientan los precios», afirma Carles Picazo, responsable de Calidad y Formación de Barcelona Guide Bureau, que trabaja solo con guías profesionales.

TEMERARIA IGNORANCIA / Picazo insiste en que no todo el mundo puede hacer de taxista. «Debes tener un carnet de conducir apropiado y la licencia. Pues exactamente pasa igual con los guías turísticos, que somos quienes enseñamos la ciudad a los visitantes y para ello debemos estar preparados», señala el directivo de Barcelona Guide Bureau, que recuerda haber oído verdaderas barbaridades a personas sin formación que guían a grupos de turistas.

«Hay un ruso que delante de la Sagrada Família siempre cuenta que la basílica se está rehabilitando porque fue destruida por las bombas durante la guerra civil. ¡No hay nada más temerario que la ignorancia!», cuenta. Y eso que reconoce que la Sagrada Família, al igual que el parque Güell y el Museu Picasso, es un espacio donde se controla que en su interior solo trabajen guías que han superado el examen, además de pagar autónomos, y un 21% de IRPF. Respecto al incidente que sufrió Ricard Galceran, a quien los guardias echaron del parque Güell por explicar el recinto a un grupo de amigos, considera que la normativa está muy clara. «Distingue entre actividad remunerada o no. Vamos contra la competencia desleal, no contra jubilados, ni contra profesores con alumnos».

Con el aumento del turismo, Barcelona se está llenando de empresas como Sandemans, que captan a sus clientes por internet con la promesa de recorridos gratuitos. El guía con una camiseta roja, y a veces con un colorido paraguas, queda con el grupo concertado en la salida del metro de Jaume I y los lleva a la plaza del Rei y alrededores. «Su ganancia es lo que cada turista le dé de compensación, pero el teleoperador percibe tres euros por cada cliente. La media de propina son 10 euros, que el guía se lleva en negro», indica Picazo, que forma parte de una asociación de guías de Barcelona.

David Revelles, periodista especializado en rutas culturales por Barcelona, no tiene el carnet oficial, pero tampoco la oportunidad de examinarse. «Desde el 2012, la Generalitat no ha realizado exámenes ni convoca nuevas bases para ser guía de turismo», revela Revelles. Turisme de la Generalitat confirma que es cierto y que este año tampoco se programarán pruebas. «En la última edición entraron 150 guías», declara un portavoz de la entidad.

«Explicar la historia de la ciudad es un complemento interesante para mi trabajo. Voy más allá del modernismo y de Gaudí, porque creo rutas nuevas e investigo. Colaboro con centros cívicos e instituciones como la Fundació Miró y declaro mis ingresos», finaliza Revelles.

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