FIESTA MAYOR DEL BARRIO

Gràcia vuelve a ponerse rumbera

El colectivo gitano regresa al programa de fiestas convirtiendo la plaza del Poble Romaní en la plaza de la rumba catalana

La gran guitarra de madera que preside la plaza del Poble Romaní para las fiestas de Gràcia.

La gran guitarra de madera que preside la plaza del Poble Romaní para las fiestas de Gràcia. / periodico

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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"Hem de fer molt soroll". El grito de guerra del Gato Pérez, que rescató ‘el ventilador’ del olvido en las décadas de 1970 y 1980, lo han hecho suyo los gitanos de Gràcia, que vuelven este año al programa oficial de las fiestas de Gràcia transformando la plaza del Poble Romaní en "la plaza de la rumba catalana". Es su forma de reivindicar el género, que tiene, según algunos estudiosos, sus orígenes en el barrio y a Antonio González, 'el Pescaílla', como gran patriarca. Aunque otros tantos expertos aseguran que el ritmo urbano barcelonés nació en el Raval y sitúan a Peret en la cima.

Recuperado el espacio con una gran guitarra de madera que marca territorio, el colectivo gitano se reivindica con un programa propio en las fiestas del barrio tras una ausencia que duraba desde el 2008. "Nos pusieron los barracones de una escuela en la plaza y lo que era provisional duró ocho años. Este es nuestro espacio, no teníamos por qué pedir otro porque nadie nos pidió permiso para ocuparlo", explica este domingo Ricard Valentí, presidente de la Associació de Joves Gitanos de Gràcia, que ha tomado el testigo de organizar las fiestas tras este paréntesis de ausencia.

A LO GRANDE

Y han vuelto a lo grande y con rumba, porque "los niños aquí ya nacen con esto", según Valentí, y porque la rumba catalana es territorio sonoro también en otras zonas gitanas de la ciudad como Hostafrancs o la calle de la Cera, cada vez más territorio paquistaní. "En la Mina hay más bulería, más flamenco", afirman, antes de extender el 'ventilador' de la rumba catalana (la forma de tocar la guitarra usándola también como percusión) a Perpinyà, donde se fusiona con aires magrebís, y a figuras como la recientemente fallecida Dolores Vargas, 'la Terremoto'. Hasta el cartel impreso de las fiestas rumberas es de lujo, firmado por la artista gitana Lita Cabellut, una de las pintoras españolas más internacionales.

De Gràcia es la gran estrella del programa, Pedrito Domínguez, que actúa el sábado, con su orquesta, en tres turnos, desde las 23.00 horas hasta las 3 de la madrugada. Aunque vive en Malllorca, el artista es hoy la gran estrella de las bodas gitanas, "el evento gitano por excelencia", según explica Abili Roma, presidente de Foment de la Rumba Catalana (Forcat), la asociación que ha ayudado a crear el programa. Arrels de Gràcia actúa el martes y Agustí Batista y su Combo, el domingo. El que quizá sea el gran grupo actual de la rumba catalana Sabor de Gràcia, sin embargo, se va a la plaza del Sol, "por las dimensiones de la plaza del Poble Romaní", que no da para tanto aforo, según los organizadores.

TALLERES DE PERCUSIÓN

La Màlaga abrirán las actuaciones el lunes; el miércoles hay pausa para proyectar el documental francés 'La rumba de Barcelona', y el jueves, el actual patriarca, Peret Reyes y sus Rumberos, más el grupo Karabutsí. La rumba más mestiza será el viernes con Son como Son, que se presentan como "rumba catalana y timba cubana". Pero durante casi todas las jornadas, la plaza del Poble Romaní también acogerá vermuts rumberos y talleres de percusión y rumba para niños.

La fiesta es también una forma de reivindicar la Gràcia gitana. "Queremos recuperar la plaza donde crecimos. La plaza del Raspall se acabó como plaza gitana cuando Joaquín se fue del bar Resolís. Entonces la Gràcia gitana muere y ya no queda nada. Ahora están el local de la asociación en la calle de Igualada y el de la fiesta mayor en Milà i Fontanals, pero esta plaza es especial", afirma Valentí. De momento, de la plaza que reivindica al pueblo que llegó hace 600 años a Catalunya han salido los barracones escolares, pero aún ocupa una parte del pequeño espacio un pipicán.

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