Los 'food trucks' triunfan en la Mercè

Los 'food trucks' han causado sensación estas fiestas de la Mercè. Al margen de si el negocio va sobre ruedas o no, lo cierto es que en tiempos de crisis las camionetas de comida rápida son una opción de consumo asequible y una salida para el autoempleo de indudable atractivo teórico. Quizá por esa y otras razones, los puestos de comida ambulante instalados en la Ciutadella han sido de lo más fotografiado este fin de semana durante las fiestas de la Mercè.

Al margen de su atractivo y el mensaje de libertad en el trabajo que parecen transmitir, lo cierto es que la legislación actual defiende sobre todo los intereses inmobiliarios y limita la proliferación de este tipo de negocios.

PUESTOS DE HELADOS

Frente a la libertad de los puestos de helados en las playas del Cantábrico, que se mueven a la búsqueda de clientes según donde sale el sol, las camionetas de comida en Catalunya son difíciles de ver, salvo quizá las churrerías de siempre. Con la excusa de la defensa de los establecimientos instalados y las exigencias sanitarias, lo cierto es que en España el paísaje de los 'food trucks' es muy distinto al de otros países de Europa y de EEUU.

NECESARIA REFORMA LEGAL

Rsulta sorprendente que en unos momentos de crisis económica no se haya potenciado esta fórmula móvil de restauración, que podría aliviar tanto los bolsillos de consumidores y de emprendedores. En cualquier caso, esas obras de arte con ruedas que se pueden ver estos días en Barcelona no son precisamente exponente de mero puesto chungo y cutre. En realidad se parecen más al que muestra la película 'Chef' en el que un cocinero de alto nivel despedido monta un camión de comida de alta calidad y triunfa con ello.

VEHÍCULOS SORPRENDENTES

Pese lo restringido de las licencias, que solo habilitan para la instalación en ferias, los exponentes de este tipo de negocios vistos en Barcelona han sido variados. Sean camiones, camionetas o 'roulottes', todos estos restaurantes rápidos ofrecen inmediatez, sencillez y buscar al cliente allí donde se encuentra. Y que decir de los vehículos. Desde la encantadora furgoneta Citroën HY del año 1972 de Skye Coffee and Co. donde sirven café, hasta la simple y nostálgica caravana de aires setenteros de Caravan Made, nacida con la idea de llevar bocadillos gourmet a la vista de los transeuntes. El estilo es libre, la apuesta estética es a veces arriesgada, la oferta culinaria casi siempre acorde con la imagen transmitida. Pero hasta que no se pacte una normativa adecuada será difícil que la independencia laboral que emanan sea una realidad.