PATRIMONIO HISTÓRICO

Los excepcionales murales de Domus Avinyó

La pintura mural encontrada en Domus Avinyó, en la calle de Avinyó, número 5, cerca de la plaza de Sant Jaume.

La pintura mural encontrada en Domus Avinyó, en la calle de Avinyó, número 5, cerca de la plaza de Sant Jaume. / JOSEP GARCÍA

CRISTINA SAVALL / BARCELONA

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La Domus Avinyó, ubicada en la calle de Avinyó, número 5, cerca de la plaza de Sant Jaume, abrirá al público pasadas las vacaciones de Semana Santa. La singularidad de este nuevo equipamiento cultural, que depende del Museu d'Història de Barcelona (Muhba), es su conjunto de pintura mural, una muestra excepcional  de frescos con decoraciones de finales del siglo I y de principios del II característico del cuarto estilo pompeyano. Son las únicas piezas de este valor documentadas en la península ibérica

Las visitas serán siempre concertadas por el Muhba y organizadas en pequeños grupos con guía para conocer esta antigua casa romana que era propiedad de "un esclavo liberto, culto y con poder adquisitivo", define Joan Roca, director del museo. La intervención se incluye dentro del marco del Pla Bàrcino para la recuperación y puesta en valor de la Barcelona romana, y la restauración se ha llevado a cabo para responder algunos interrogantes planteados en la investigación de este yacimiento descubierto en el 2004, que han ratificado la importancia del hallazgo.

Carme Miró, responsable del Pla Barcino, asegura que el objetivo de este centro cultural es que los barceloneses del siglo XXI conozcan como vivían los habitantes de Barcino y, así,  difundir "no tanto la Barcelona de las piedras, sino de las personas".

Con motivo de la rehabilitación y acondicionamiento de los cimientos del edificio de la antigua sede del departamento de Hacienda del Ayuntamiento de Barcelona, se llevó a cabo una intervención arqueológica. La cual, permitió documentar restos de la muralla y una de las torres de finales del siglo III,  la zona de la intervallum y los restos de tres habitaciones de la domus romana. La intervención arqueológica también se ha centrado en la zona de intervallum, situado entre la fachada posterior de la domus y la muralla, donde se había documentado una zona productiva, con los restos de un horno, del que ha sobrevivido una cuarta parte.

El edificio está incluido al Plan especial de protección del patrimonio Arquitectónico.