ciudadanos

Los emprendedores sociales piden paso

Jordi Martí, químico, creador de un método para universalizar la prevención de enfermedades.

Jordi Martí, químico, creador de un método para universalizar la prevención de enfermedades.

JOAN TAPIA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Las empresas de economía social (cooperativas, sociedades laborales…) existen desde hace mucho. Y últimamente, en la misma senda pero con características especiales, han emergido los emprendedores sociales. Ello hizo que la Generalitat lanzara hace algo más de un año un programa gestionado por una UTE (Esade, Barcelona Activa y la Fundación Seida de la federación de cooperativas de trabajo). Se seleccionaron 15 iniciativas (de entre 200 presentadas) y no se les dio subvención pero sí un amplio programa de asesoramiento en la gestión, búsqueda de financiación…

La motivación de estos emprendedores es resolver un problema social que las administraciones no solucionan pero -a diferencia de las asociaciones caritativas o de las oenegés- a través de empresas con resultados económicos que garanticen su futuro.

La Obra Social de Catalunya Caixa a través de Xarxa Agrosocial ya apoyaba iniciativas de este tipo en el ámbito rural para dar ocupación a colectivos con dificultades.Marta Lacambra, directora de su obra social, hace un balance positivo: 23 proyectos y 1.500 puestos de trabajo.

Pero ahora el fenómeno interesa a las mejores escuelas de negocios y a las grandes entidades bancarias. Esade y el BBVA han finalizado ya un primer programa con 10 iniciativas maduras (dos años de vida) y lanzan ahora una segunda convocatoria. Y la Obra Social de La Caixa está apunto de seleccionar una veintena de proyectos a los que se les facilitará una inversión de 25.000 euros y un programa de acompañamiento con el IESE. El director general de la Obra Social de La Caixa,Jaume Lanaspa, confirma que se han presentado 475 proyectos y subraya que 77 son de entidades sociales que quieren seguir su actividad desde la óptica empresarial. La reducción de las subvenciones obliga a buscar la sostenibilidad.

Quizá tres de los proyectos del plan piloto de la Generalitat sirven para entender los puntos en común y la diversidad de los emprendedores sociales. Uno de ellos, Portal Berguedà, ha sido creado por el ingenieroJoan Maria Salapara dar ocupación a jóvenes con patología dual en los que coexiste el consumo de drogas o alcohol con trastornos psíquicos. Sala es padre de un hijo con este problema y quiso que las familias afectadas dejaran de ocultarlo. Pero al final vendió su empresa familiar y fundó Portal Berguedà para dar trabajo a estos jóvenes a los que el contacto con la naturaleza beneficia. Empezó en octubre y produce yogures. En una cata ciega de la Fundació Alícia fue premiado como la mejor de fabricación artesanal y comercializa ya en boutiques gastronómicas de Barcelona como La Cuina d'en Garriga.

Innovación

Un caso muy distinto es el deJordi Martí, químico del IQS (Insitut Químic de Sarrià).Martíha creado DBS Screening para universalizar la prevención de enfermedades. El método, conocido, consiste en un test que es algo así como un minianálisis de sangre. Una sola gota depositada sobre un papel secante, que evita la costosa y temible jeringa, y que al mezclarse con determinados reactivos -la innovación- permite detectar determinadas enfermedades, incluido el sida. El test se aplica ya a mujeres embarazadas en el estado de Río de Janeiro yMartí intenta que se use también en revisiones sanitarias infantiles.

Otro caso es el del Institut Familía i Adopció creado por la abogadaEva Gispert, hija adoptiva y madre de un niño adoptado. En Catalunya en los últimos años se ha disparado el número de adopciones (hasta 15.000) pero la adopción genera problemas y en Europa un 5% de adoptados acaba en instituciones públicas. El IFA quiere ser un centro de referencia para la prevención de los posibles conflictos: sanitarios, educativos, psicológicos, de convivencia familiar… El IFA tiene asociados directos que pagan 60 euros anuales. Organiza cursos y ha llegado a acuerdos con algunas asociaciones de padres adoptantes, como la de niños etíopes.

El director general de Economia Social de la Generalitat,Xavier López, hace un balance positivo del programa piloto. Subraya que el incremento de los emprendedores sociales permite superar algo que se creía contradictorio, casi imposible: lograr un fin social a través de una empresa viable. YJaume Lanaspa, de La Caixa, secunda la idea y cree que pueden contribuir al tan ansiado cambio de modelo productivo. ParaLópez, además, el emprendedor social está en la senda del movimiento cooperativo que en asuntos como la flexibilidad salarial -a la baja si los resultados no son buenos pero también al alza- es tan reclamada ahora.

El éxito de La Fageda

Y en Catalunya hay ejemplos de empresas sociales veteranas con una trayectoria muy satisfactoria como la vinícola La Olivera de Vallbona de les Monges. Pero quizás la más emblemática es La Fageda, creada hace 30 años porCristóbal Colón, antiguo psicólogo del manicomio de Salt, que -frustrado- vio que allí muchos enfermos no mejorarían nunca y pensó que algunos podían hacerlo a través del trabajo, con la laborterapia. La Fageda se instaló cerca de Olot y tras diversas experiencias es ahora una cooperativa de 290 personas, muchas con alguna enfermedad mental. Hoy está dirigida porJosep Maria Corbinos, un profesional que viene del sector financiero y que no duda en martillear: se trata de afrontar problemas sociales con actividades rentables que permitan reinvertir los beneficios y solucionar más casos. La Fageda facturó el año pasado 15 millones de euros y posee 600 vacas, elabora yogures, es activa en el campo de la jardinería, tiene una fábrica de helados y está preparando la producción de mermeladas. Y en La Garrotxa la tasa de paro de la gente con discapacidad es nula: trabajan en La Fageda.Corbinos subraya que por cada euro de subvención pública que recibe aporta cuatro a Hacienda.

Los emprendedores sociales no serán nunca mayoría entre los empresarios. Tampoco pueden cambiar el mundo, lo que muchos de ellos pretenden, pero cuando el BBVA, La Caixa, IESE y Esade ponen en ellos los ojos es que no son marginales. Un nuevo tiempo de empresario pide paso.