RECORRIDO PERSONAL POR BARRAS DE LA CAPITAL CATALANA

Los bares de siempre

Un libro recoge un centenar de establecimientos singulares de la ciudad 'Barcelona on the rocks' cuenta con la colaboración de personajes públicos que desvelan su local favorito

Autores 8 Sergio Fidalgo (izquierda) y Fernando Muñiz, en el bar Conde Drácula.

Autores 8 Sergio Fidalgo (izquierda) y Fernando Muñiz, en el bar Conde Drácula.

ROSA MARI SANZ
BARCELONA

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Quien quiera una guía sobre bares modernos, fashion, románticos al uso, donde además se puedan degustar tapas de nueva creación o los cócteles más sofisticados que se abstenga de buscar local en Barcelona on the rocks (Cara B Ediciones), un libro que acaba de salir a la venta y que selecciona un centenar de locales de la ciudad y alrededores. Porque precisamente la mayoría de los elegidos sobresalen por su falta de glamur, que compensan sobradamente, según sus autores, en el hecho de ser bares sin impostar y en los que siguen prevaleciendo unas buenas bravas o una tapa de boquerones en vinagre. Vamos, los de toda la vida, los que les gustan a Fernando Muñiz y Sergio Fidalgo, los padres de la obra.

La idea de recoger locales singulares nació hace un par de años, cuenta Muñiz, un barcelonés vinculado a la prensa underground e ideólogo de las recopilaciones Spanish Bizarro, una antología de canciones frikis españolas. Entonces, junto a Fidalgo, periodista y coautor del libro Las bravas del bar Tomás (su local preferido, por cierto), empezaron a visitar bares de la ciudad con el afán de encontrar los más peculiares. Pisaron hasta 2.000, con lo cual, cuentan, guardan un buen material para otra posible entrega. En su periplo les guiaron algunos personajes públicos que muestran su bar preferido y explican por qué lo frecuentan.

Es el caso del crítico de televisión de EL PERIÓDICO Ferran Monegal, quien considera El Roure (Lluís Antúnez, 7, Gràcia), «uno de los pocos lugares de Barcelona donde se puede comer una buena paella». O del presidente del grupo municipal de ICV-EUiA en Barcelona, Ricard Gomà, que llevó a los autores al bar más antiguo del Eixample, el Cafè del Centre (Girona, 69), que califica como «uno de esos bares que hacen barrio». O del músico Miqui Puig, que se decanta por La Bodega de Frank Peterssein, del Raval (Bisbe Laguarda, 3), «de los pocos locales auténticos que quedan en la ciudad». También el músico Luismi López, cantante de Dr. Calypso, descubre su rincón favorito: el bar Vulcano (Llibertat, 43, Gràcia), un local de cañas cuyas paredes rezuman pasión blaugrana y que es punto de encuentro habitual para ver el fútbol.

Barcelona on the rocks, que fue presentado ayer en sociedad durante una larga jornada que acabó con la celebración de la denominada Olimpiada del carajillo, en la que diversos parroquianos se enfrentaron en el bar Byrris (Montnegre, 19, Les Corts) a un duelo singular en deportes habituales de las barras de siempre, mus, dominó y chinos, agrupa los locales por curiosas categorías.

Así, bajo el epígrafe Entre mondadientes y vermutitos... la obra señala bodegas, tascas y otros templos con barricas; Volando voy... dirige al lector a establecimientos con la huella de Camarón de la Isla; el apartado Pajaril recoge locales curiosos dedicados a las aves cantoras, como el bar Los Noveles, la sede de la sociedad El Pardillo del Carmel (Montserrat Casanova, 204), considerado como uno de los más singulares de la ciudad por sus autores. Y también , entre otros muchos, la publicación guarda un lugar para los bares del metro, una oferta cada vez menos visible que ocupa el capítulo En peligro de extinción.

Para la elaboración de la publicación, los escritores hicieron varias visitas a los locales («llegamos a ir a algunos hasta 10 veces para pillar el punto de paisanaje», explican). Lo que creó más de un momento de tensión: «Es un gremio muy castigado por las administraciones. Nos han tomado por inspectores de Hacienda, de la SGAE, de la Seguridad Social, por la secreta…» Porque en muchos de estos locales la clientela es la de siempre. De hecho, es lo que más valoran los autores.