Planes urbanísticos barceloneses con futuro incierto

Los atascos de Vives

Panorámica de la plaza de las Glòries Catalanes, el pasado viernes, el principal dolor de cabeza de la gestión urbanística del gobierno de Xavier Trias.

Panorámica de la plaza de las Glòries Catalanes, el pasado viernes, el principal dolor de cabeza de la gestión urbanística del gobierno de Xavier Trias.

XABIER BARRENA
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No todas las culpas cabe hacerlas recaer sobre los anchos hombros de la crisis. La mano del hombre, a veces, cuenta tanto como la del dios mercado. Algo de eso sucede en varios proyectos urbanísticos de la ciudad atascados, por una parte, sí, por la pérdida de empuje inversor por la coyuntura económica, pero también por una falta de celeridad e iniciativa en la tenencia de alcaldía de Hábitat Urbano que dirige Antoni Vives. Se puede afirmar que en estos casi 18 meses de gestión de Xavier Trias como alcalde, en lo que toca al campo urbanístico, Hábitat Urbano ha destacado más por sus esfuerzos en el campo de lo teórico -las smart cities- que en lo práctico.

Se podría hacer una selección con ocho proyectos que tienen sus raíces en mandatos anteriores y que en este se han ralentizado o, incluso, detenido. En algunos casos, como en el del proyecto de mejora del casco antiguo de Sant Andreu, que se explica en la página siguiente, la inacción de Hábitat puede acabar complicando la propia realización del plan.

El dolor de cabeza favorito de Hábitat y de Vives es, sin duda, la plaza de las Glòries. Desde que CiU tomó posesión del área se podría escribir un libro con todo lo que ha sucedido. Para no alargar y no aburrir, esta pieza remite solo al último episodio: el concurso internacional para la urbanización de la plaza.

Tal y como avanzó EL PERIÓDICO en junio, la previsión era convocar el concurso en septiembre. El concurso tenía o tiene previstas dos fases. En la primera, de entre todos los participantes, a los que se pedirá un currículo (en el sentido arquitectónico) y bocetos de las ideas básicas, se tenían que seleccionar, el pasado mes de noviembre, 10 finalistas. Entre diciembre y marzo se hubieran tenido que desarrollar unos talleres de participación ciudadana. La decisión final se preveía para junio del 2013. Nunca más se supo.

Es más, en octubre, Hábitat Urbano aún andaba solicitando a los grupos nombres para la composición del jurado. La propuesta de la tenencia de alcaldía, curiosamente, no incluía ningún urbanista.

Item más. El propio derribo del tambor suma ya nuevos retrasos. Ya no será en primavera, sino en otoño. Y eso que en las obras de los nuevos Encants -clave para echar el escaléxtric al suelo- se trabaja con denuedo de día y de noche.

SILENCIO ADMINISTRATIVO / Otro caso singular. La nueva marina del Port Vell. La parte que atañe a la ciudad, es decir, la construcción de esos dos edificios que deben dar servicio a los megayates que ahí amarrarán. El proyecto recibió la aprobación inicial en julio. Aún no ha pasado por el pleno -pese a haber habido ocasión para ello- , y como el propio gerente adjunto, Albert Civit, explica a los vecinos en una misiva «había peligro» de que el plan (de iniciativa privada) se aprobara «por silencio administrativo». Un método algo feo en el mundillo del urbanismo jurídico. Solución de urgencia, solicitar nueva documentación a la promotora de la obra y alargar el plazo.

Más sangrante aún es el caso de los Tres Turons. Aprobado el plan definitivamente bajo mandato del alcalde Jordi Hereu, y en medio de una gran polémica vecinal, el documento normativo obligaba a iniciar de inmediato la realización del anteproyecto de lo que será el parque. Nada de nada.

A VUELTAS CON SANTS / Lo que ya es para nota es lo que atañe a la urbanización de la caja que cubre las vías en Sants. Después de que la oposición popular y la del resto de partidos hubiera obligado a Hábitat Urbano a devolver a los toriles su proyecto de construir algo parecido al ya famoso High Line del Meatpacking District de Nueva York, fuentes conocedoras del nuevo proyecto consultadas por este diario afirman que, a pesar de que el mandato de la comisión de Urbanismo fue de volver al proyecto aprobado (por consenso) en el anterior mandato, la tenencia de alcaldía ha vuelto a proponer una versión suavizada del High Line.

La ordenación del parque de Montjuïc, aprobada inicialmente en el 2010, los retrasos en la construcción del nuevo edificio de la Escola Massana, en la plaza de la Gardunya, e incluso (aunque el traslado en sí dependa de la Generalitat) la suspensión del diseño de los espacios que liberarán las cárceles de la Trinitat y la Modelo, completan el cuadro. Eso sí, para estos centros aún falta para su despedida y cierre.