Los aprobados del test de Badalona acertaron incluso preguntas liosas

Descubrir que esos cinco aspirantes a guardia urbano de Badalona que sacaron unas notas inusualmente altas en el último examen de acceso a ese cuerpo policial (tal y como reveló ayer EL PERIÓDICO) son hijos de dos escoltas del alcalde y de tres agentes de la policía municipal ha refrescado la memoria de aquellos que se presentaron a las pruebas de acceso y las suspendieron y quedaron extrañados por alguna de las preguntas que les formularon. La conclusión a la que llegan ahora fortalece su acusación de que esas oposiciones fueron un tongo: había preguntas confusas e incluso otras en las que las respuestas posibles que se ofrecían eran erróneas, y sin embargo hasta esas se supone que acertaron ese selecto grupo de aspirantes que apenas fallaron en un cuestionario de 90 apartados. Uno de ellos erró solo dos preguntas.

Ayer fue el día en que algunos de los jóvenes que se presentaron a esa convocatoria pasaron de la decepción por el suspenso al enojo. Varios de ellos tienen previsto en los próximos días pedir a la justicia que anule esas pruebas de acceso y obligue a repetirlas. De momento solo lo anuncian. Ya se verá.

Mientras, recapitulan. «Una de las preguntas daba tres opciones de respuesta sobre si los aspirantes a funcionario deben acatar o jurar la Constitución, el Estatut, el resto del ordenamiento jurídico o una combinación de esas opciones. Busqué después la respuesta correcta. Esa pregunta estaba mal formulada y las opciones eran incompletas», explica uno de los afectados.

Puestos a ser precisos, otro aspirante recuerda que se preguntaba quién es el presidente de la Comisión Europea. Una de las opciones era Juncker, pero oficialmente, mientras no se consume el relevo, aún lo es Barroso, que no figuraba como opción.

El desierto del Gobi

Este tipo de preguntas imprecisas o incluso erróneas iban entremezcladas con preguntas de cultura general que parecen un tanto fuera de lugar si de lo que se trata es de patrullar las calles de Badalona. La nacionalidad de Cate Blanchett o los países que atraviesa el desierto del Gobi no parecen, de entrada, conocimientos indispensables para ser un buen agente. El propósito del tribunal examinador, según el Ayuntamiento de Badalona, es obtener un retrato general en este caso de la cultura general del aspirante. Esa es una defensa de la idoneidad del examen que se puede llegar a aceptar como válida -reconoce uno de los aspirantes que aprobó esa parte del test, aunque con una nota dentro de los parámetros de la normalidad que al final le dejó fuera de las oposiciones-, «pero lo que resulta extraño es que los familiares de cinco agentes superaran con notas casi perfectas esa fase».

El ayuntamiento insiste en subrayar que la limpieza del proceso es incuestionable, entre otras razones porque el jurado estaba compuesto por ocho personas, procedentes en algunos casos de otras instituciones, como la Conselleria d'Interior.