CENA CON FILÁNTROPOS DE LA ÓPERA

El Liceu pasa el cepillo

El Gran Teatre inicia con el apoyo de Plácido Domingo una campaña para recaudar 450.000 euros para rehabilitar la fachada de la Rambla

El presidente del Liceu, Joaquim Molins, agradece a Plácido Domingo su asistencia a la cena, el jueves.

El presidente del Liceu, Joaquim Molins, agradece a Plácido Domingo su asistencia a la cena, el jueves.

CRISTINA SAVALL
BARCELONA

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La fachada del Gran Teatre del Liceu ha sobrevivido a dos incendios devastadores, el del 14 de abril de 1861 y el del 31 de enero de 1994, y a las dos bombas Orsini que lanzó el anarquista Santiago Salvador el 7 de noviembre de 1893, de las que solo estalló una en la platea. Cuando tras una profunda reconstrucción en 1999 volvió a abrir sus puertas, el histórico paramento exterior que da a la Rambla fue el único elemento arquitectónico que no se rehabilitó. Únicamente se pintó.

La última reforma integral de la fachada data de 1874, cuando los técnicos siguieron las pautas marcadas por el arquitecto Oriol Mestres en 1859, eliminado así las placas de terracota por el peligro de desprendimiento. En una reciente revisión, se han detectado defectos estructurales como grietas en el muro causadas por las incidencias meteorológicas y la oxidación de la marquesina de hierro que en 1898 diseñó Salvador Viñals encima del porche.

El presupuesto de la rehabilitación y de instalar una nueva iluminación con leds precisa de 450.000 euros. Por este motivo, el Gran Teatre ha emprendido la campaña Dóna llum al Liceu, que comenzó la medianoche del jueves con una cena de mecenas celebrada en el Foyer al finalizar la versión concierto de I due Foscari, donde Plácido Domingo sorprende con voz de barítono.

Selfis y flores

El cantante a punto estuvo de cancelar la representación por una traqueítis mal curada, pero cantó y después fue la estrella indiscutible de la cena. Entre el foie micuit y las copas de cava, no paraban de aplaudirle, de pedirle selfis y de entregarle flores y regalos. No existe ningún precedente de un acto así apadrinado por un famoso promovido por el Liceu.

Asistieron más de 250 comensales que, siguiendo el ejemplo de los banquetes benéficos  de EEUU, pagaron 250 euros para contribuir a la reforma que se iniciará este año. Entre ellos, el oftalmólogo Rafael Barraquer, el abogado Miquel Roca y los empresarios Salvador Alemany, presidente del grupo Abertis, y Mariano Puig, directivo de la multinacional de perfumería. Se recaudaron 69.000 euros y ahora la campaña prosigue a través de donaciones por la web (liceu.barcelona.cat).

El objetivo es implicar al mundo empresarial y también a contribuyentes más modestos. El antecedente de esta iniciativa se encuentra en París, cuando la Ópera Garnier propuso un micromecerazgo para restaurar las farolas que adornan el recinto exterior.

Alemany señaló que en estos momentos de crisis es una buena opción recuperar el mecerazgo para mejorar un teatro tan arraigado a la historia de Barcelona. «Se debe implicar el conjunto de la sociedad. Entre todos, lo lograremos», aseguró. A su lado, Puig consideró que el coliseo de la Rambla es un «gran activo» para la ciudad.