las cuentas públicas de la segunda ciudad de catalunya

L'Hospitalet reclamará por la vía judicial la deuda de la Generalitat

La alcaldesa Núria Marín, en una conferencia en el 2013.

La alcaldesa Núria Marín, en una conferencia en el 2013.

CARLES COLS / L'HOSPITALET DE LLOBREGAT

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La alcaldesa Núria Marín presentó ayer los presupuestos de L'Hospitalet del 2015 en los que, un año más, se subraya, para que a nadie le pase por alto, lo que la Generalitat debe a la ciudad, 17,6 millones de euros ya, una cifra notable si se tiene en cuenta que la deuda total del municipio es de 105 millones de euros. Este no es un problema exclusivo de L'Hospitalet. Son muchos los municipios que han adelantado fondos a la Generalitat para pagar servicios o realizar obras públicas, pero ese lastre comienza a pesar en algunos casos. L'Hospitalet ha decidido, de momento, recurrir a la vía contencioso-administrativa para reclamar el pago de parte de esas facturas y no descarta medidas judiciales más contundentes más adelante.

Las deudas pendientes de cobro tienen variadas procedencias. Por ejemplo, la presentación de los presupuestos se llevó a cabo en un centro cívico municipal de La Florida, bautizado como Ana Díaz Rico, que, teóricamente, fue financiado a medias entre el ayuntamiento y la Generalitat hace tres años. La Administración autonómica aún no ha abonado su parte. Lo mismo sucedió un año más tarde en la reconversión del antiguo cine Romero en un equipamiento municipal. Lo curioso es que el impago no impide a los 'consellers' asistir a la inauguración de este tipo de equipamientos.

Pero la deuda que más enoja al ayuntamiento es la que de forma creciente se acumula tras la decisión unilateral de la Generalitat de reducir a cero su contribución al mantenimiento de las guarderías infantiles y de recortar radicalmente las ayudas de becas comedor y de estudios musicales. «En el año 2011, la Generalitat aportaba a las arcas del ayuntamiento más de dos millones de euros por esos conceptos. Este año han sido solo 28.000 euros», denunció Marín.

EL MANÁ DE LA PLAZA DE EUROPA

Con todo, el equipo de gobierno pretende aprobar el próximo 30 de septiembre en el pleno municipal unos presupuestos expansivos, de 227,2 millones de euros, un 4,23% más que en el ejercicio anterior. Lo hará sin subir el impuesto de bienes inmuebles (IBI, el grifo más fiable que tiene todo ayuntamiento si quiere aumentar el caudal de sus ingresos) y con una subida moderada del 2% de media en las tasas y servicios públicos. El secreto está en que, según las previsiones de la teniente de alcalde de Hacienda, Mercè Perea, crecerá la base de los ingresos. En primer lugar porque la actividad empresarial en la zona de la plaza de Europa no ha dejado tener buen viento en las velas pese a la crisis económica, y en segundo lugar porque, pese al pinchazo de la burbuja inmobiliaria y el consiguiente parón en el sector del ladrillo, en L'Hospitalet se han ejecutado algunos proyectos residenciales, como por ejemplo las viviendas de La Remunta, que a la hora de la verdad representan una nueva fuente de ingresos para las arcas municipales por vía del IBI.

SALUD DE HIERRO

La cuestión es que, pese a las deudas pendientes de cobro de la Generalitat y a que las aportaciones de la Administración central están congeladas, la salud económica del Ayuntamiento de L'Hospitalet es bastante fuerte. Según Perea, cara al ejercicio del 2015 se amortizarán 17,2 millones de los 105 millones de la deuda del municipio, un buen pellizco. Estas son cifras que por sus magnitudes no son cómodas de manejar si de lo que se trata es de saber si la deuda es alta o baja. Hay un sistema más eficaz, dividir la deuda por el número de habitantes. Si así se hace, L'Hospitalet aparece en la zona tranquila de la clasificación. Cada vecino de la ciudad debe 400 euros, bastante menos de los 750 euros por cabeza que le corresponden a los habitantes de la vecina Barcelona y muy lejos, por supuesto, de los casi 2.000 euros que con ese criterio penden sobre cada madrileño.

LA COMPARATIVA CON BARCELONA

Esa salud económica permitirá a L'Hospitalet aumentar notablemente en el presupuesto del 2015 la partida destinada a inversiones, que pasará de los 8,9 millones de euros del ejercicio anterior a 15,6 millones. La mayor parte de ese aumento se destinará a las obras de construcción del nuevo mercado de La Florida. Con todo, son cifras comedidas. En Barcelona, solo las reformas de la Diagonal y del paseo de Gràcia ya tienen un presupuesto de 20 millones de euros, más por lo tanto de lo que L'Hospitalet puede dedicar a toda la ciudad. Allí, sobre todo desde el estallido de la crisis, los proyectos se calculan casi al céntimo. Una buena muestra es el equipamiento Ana Díaz Rico, que costó un millón de euros. Es un centro municipal que ha dado un gran rendimiento en un barrio difícil. Fue un acierto. La Generalitat aún debe el 50%.