NUEVAS MANERAS DE APRENDER IDIOMAS

Mi lengua por la tuya

Intercambio  Reunión lingüística en el restaurante Campechano, el 30 de enero.

Intercambio Reunión lingüística en el restaurante Campechano, el 30 de enero.

MIREIA MOYA
BARCELONA

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Cada martes al atardecer, Pol Canela y cinco compañeros, todos ellos universitarios, tienen una cita en el restaurante Campechano a la que jamás fallan. Los seis son miembros fundadores de Tándem Lingüístico, una iniciativa filantrópica del programa ESN España -una asociación de ámbito europeo- que tiene un objetivo doble. Fundamentalmente persigue la integración de los extranjeros en el idioma y la gente de Barcelona, pero además pretende que los jóvenes catalanes tengan la oportunidad de practicar idiomas y de aprender de otras culturas.

Para ello, las cuatro universidades que forman el proyecto -UPF, UAB, UB y UPC- organizan cenas a precios reducidos en el restaurante de la calle de València. Al llegar los participantes -que oscilan entre los 70 y los 100- se colocan una etiqueta con su nombre, su idioma materno y el que quieren practicar y se distribuyen por mesas. Las de habla inglesa y francesa son las que tienen más adeptos aunque hay muchos dispuestos a enseñar alemán. Otras opciones son las lenguas eslavas, las asiáticas, el ruso y el portugués.

La mayoría de los asistentes ha repetido la experiencia en más de dos ocasiones por las ventajas que reporta.«Te permite conocer gente y culturas de todo el mundo, aprendes expresiones coloquiales y encima es gratuito», relata Miriam Salas, estudiante de publicidad y relaciones públicas que asiste asiduamente.

Al otro lado se encuentra Sanjib Guha, un universitario indio de 25 años que conoció a los que ahora son sus amigos en una cena lingüística.«Llegué solo a Barcelona y gracias a la actividad he podido hacer amigos. Ofrezco mis conocimientos de hindi, bengalí e inglés», explica.

Sin embargo, reducir el fenómeno del intercambio idiomático al ámbito juvenil sería injusto. Varias asociaciones ciudadanas también tienen sus propios proyectos, como el de la red social sin ánimo de lucro BarcelonActua, que organizaEsmorzars in englishy Café au lait. Dos actividades para todas las edades pensadas para los que tengan el inglés y el francés oxidados. Los encuentros son dos veces al mes en el bar Mauri. Otra alternativa la plantean los bares de la ciudad. Muchos se han sumado a esta moda y preparan eventos multiculturales por su propia cuenta. Como por ejemplo el Pub-bar The Philharmonic, un gran veterano que lleva más de 14 años organizando noches inglesas.

En la red, el objetivo principal es poner en contacto a las personas interesadas desde una óptica individual. Los portales dedicados al tema, como por ejemplo tusclasesparticulares.com, disponen de tablones virtuales en los que los usuarios cuelgan sus peticiones idiomáticas. Los métodos de intercambio se realizan víae-mail, Messenger, Skype o en persona. La principal ventaja de la red es su flexibilidad horaria, que permite a los participantes escoger cómo y cuándo comunicarse.

Del hebreo al latín

Además, la oferta se multiplica porque está abierta a todos los públicos. Así se llegan a ofrecer más de 40 idiomas, algunos como el hebreo, el latín y la lengua de signos. Aunque para sugerencias originales están las de los participantes que dan rienda suelta a su imaginación, como un inglés que ofrece su lengua materna a cambio de alojamiento o un italiano que promete dar clases avanzadas de su idioma a quien le ayude a crear una página web.

En cualquiera de sus expresiones, el tándem lingüístico, más que un sustituto, se considera un buen complemento para las escuelas porque, tal y como afirma Canela,«proporciona conocimientos mundanos, elimina la rigidez académica y sirve para poner en práctica los conocimientos teóricos y la expresión oral».