Las terrazas vuelven a los porches de la Boqueria sin permiso horas después de que las retire la Urbana

El ayuntamiento ha desmantelado los veladores a primera hora por no tener licencia, aunque su instalación se pactó con Trias a cambio de dinamizar el degradado entorno

jjubierre34847722 boqueria160728170255

jjubierre34847722 boqueria160728170255 / periodico

PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los porches de la Boqueria han estado huérfanos de terrazas por unas horas, para sorpresa de la clientela, después de que la Guardia Urbana se desplegara a primera hora de la mañana para retirar las mesas y sillas de los tres operadores que ya habían levantado la persiana. El resto no se ha atrevido a montarlas después, aunque a mediodía el colectivo ha decidido desobedecer a la autoridad e instalar tres mesas por negocio en señal de solidaridad con los afectados y de protesta por la ofensiva municipal.

El conflicto de las terrazas de la Boquería, que avanzó EL PERIÓDICO, suma meses de pugna entre el distrito de Ciutat Vella y casi una veintena de operadores. Solo tres de ellos contaban con licencia desde hace años, aunque bajo el mandato de Xavier Trias se alcanzó un acuerdo para que varios empresarios recuperasen los pequeños locales (antes destinados a viejos almacenes) y sufragasen la recuperación de las fachadas y otros elementos a cambio de que pudieran instalar terrazas. 

En pleno proceso, y sin que el acuerdo estuviera firmado, llegó el relevo de Colau los empresarios de los porches fueron invitados a retirar los veladores el año pasado. Se produjo una primera sanción, a la que siguió una segunda este año, con advertencia de que les podrían ser retiradas. Los afectados pagaron las multas y las recurrieron. Según explica Manuel Ruiz, presidente del colectivo, no entienden la contundencia de la retirada de mobiliario porque aún aguardan una respuesta municipal desde enero a la propuesta de ordenación que plantearon, después de que el ayuntamiento les hubiera propuesto "una de mínimos".

CUESTIÓN DE VOLUMEN

"Aplicando la normativa general de ciudad nos correspondían el doble de mesas que nos querían permitir", mantiene. La Boqueria forma parte de las zonas singulares con regulación especial, pero los afectados creen que las medidas son demasiado restrictivas y ahogarán a los negocios. La particularidad de la zona es que los locales son minúsculos y el negocio depende de sus mesas exteriores. Ruiz calcula que sin estas habría que despedir a la mayoría de los trabajadores en plena temporada, unas 50 personas. Además, todos ellos se proveen de alimentos en el mercado.

El ayuntamiento reitera que la mayoría de operadores carece de permiso y mientras no se ordene la zona no pueden ocupar el espacio en el concurrido perímetro del mercado. Un área que hace pocos veranos ya estuvo en el punto de mira por su degradación y por la actividad de la prostitución nocturna. Precisamente para dinamizarla, la concejala del distrito en el 2013, Mercè Homs, favoreció está maniobra público privada Homsque atrajo a empresarios de la gastronomía como Carles Abellán y Óscar Manresa.

La exconcejala Homs ha criticado ahora "la desidia y falta de diálogo" del equipo de gobierno al paralizar una iniciativa que combatía la degradación e invicismo en la zona, mientras quel el edil del PP Javier Mulleras ha reclamado la restitución inmediata de las mesas en su calidad de zona singular, ya que la retirada perjudica a la actividad de la zona, opina.

Los afectados celebrarán una reunión esta tarde con el Gremi de Restauració de Barcelona para tratar de buscar una salida a esta crisis, justo ahora que, con la entrada en escena del socialista Jaume Collboni como primer teniente de Empresa, parecía que el sector había acercado posturas con el ayuntamiento sobre la modificación de la polémica ordenanza de terrazas para toda la ciudad.