Transformación de un eje histórico

Las plazas de la discordia

La idea de convertir seis cruces del lado Eixample en plazas fue presentada por Hereu en el 2011 Con la llegada de Trias el plan pasó a cuatro, pero el definitivo recupera las otras dos

Los primeros trabajos 8 Las obras del colector pluvial del Paral·lel, frente al Molino, ayer por la mañana.

Los primeros trabajos 8 Las obras del colector pluvial del Paral·lel, frente al Molino, ayer por la mañana.

H. L.
BARCELONA

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Comparar el plan presentado en febrero del 2011 por los entonces alcalde de Barcelona y teniente de Urbanismo, Jordi Hereu y Ramon García-Bragado, y el presentado ayer por Xavier Trias y Antoni Vives es prácticamente jugar al juego de las siete diferencias, nivel avanzado. El titular del 16 de febrero del año 2011, meses antes de la derrota socialista, bien podría ser el de hoy: El Paral·lel ganará seis nuevas plazas en la acera del Eixample. Lo mismo se puede decir de los dos subtítulos de la pieza publicada hace más de tres años con motivo de una casi idéntica presentación. El primero: El plan de mejora de la vía prevé aprovechar los chaflanes para crear espacio público. Y subtítulo segundo: La reordenación de la Carbnera intentará atraer a los cruceriestas a la avenida del ocio.

Hasta ahí, nada criticable, más allá de que en los tres años que los separan prácticamente no se ha movido una farola, pese a que ambos equipos de gobierno sacaban pecho porque la reforma de esta Diagonal canalla era una de sus prioridades. Es más, una de las críticas más comunes que se hace a los gobiernos entrantes -así, en general- es que rehagan de cero todos los proyectos, con la pérdida de tiempo y de dinero que eso comporta. Ambos planes coinciden también en la puesta en escena: en las dos ocasiones, la presentación se hizo en presencia de los concejales de los tres distritos que une o separa, según se mire, la avenida: Eixample, Sants-Montjuïc y Ciutat Vella. Ambos proyectos tienen como objetivo hacer del Paral·lel un eje del ocio y la cultura, que atraiga a cruceristas -y al resto de turistas y de ciudadanos- desde el puerto hasta la plaza de España. Descongestionar la Rambla y animar una zona que casi ni recuerda de su época dorada.

Entonces, en tres años de replanteamiento, ¿no ha cambiado nada? Para resolver esa incógnita no basta con comparar el dosier de prensa del proyecto definitivo presentado ayer, con la información publicada tras la presentación de lo que se suponía que era el proyecto definitivo de la era Hereu. Es menester echar más mano del archivo y mirar las distintas presentaciones del mismo hechas en los últimos años por el equipo de Trias para encontrar diferencias, más que sustanciales, que no lo son, curiosas.

En la primera sesión de trabajo del concejal Vives para presentar su propuesta para el Paral·lel, las seis plazas propuestas por su antecesor en el cargo, Ramon García-Bragado, pasaron a ser cuatro. Por aquello de marcar diferencias. Plazas desaparecidas que volvieron a surgir, de repente, en el proyecto presentado ayer. Ahora sí, el definitivo, ya que las obras ya han sido adjudicadas por casi siete millones de euros y empezarán en un mes.

Trabajos en marcha

Las obras que ya han empezado frente al teatro de El Molino -su renacer fue una de las primeras apuestas privadas por el paseo y cuya propietaria fue una de las impulsoras de las actividades ciudadanas de FEM Paral·lel- son las del colector pluvial. «Era una de las prioridades de la vía, si llovía se podía inundar», indicó ayer el alcalde antes de dar la palabra al concejal  Vives, quien apuntó la necesidad de ejecutar ya el plan integral para la avenida. Un espacio que, afirmó, había estado «dejado de la mano de Dios durante años».